La CHD corta la creación de nuevos regadíos pese a reconocer que crea más empleo que el secano

La Confederación Hidrográfica del Duero -CHD- reconoce en el Proyecto de Plan Hidrológico 2022-2027 que el regadío en la demarcación está asociado “a mayores niveles de rentabilidad frente al secano”. Especifica en su anejo 5 sobre “Demandas de agua” que una hectárea “típica” de regadío produce un margen bruto 3,1 veces superior que la hectárea promedio de secano. También asegura que “en términos semejantes” el regadío mejora la capacidad de mejorar empleo en le medio rural.

Aún así, y que coincide en este planteamiento con regantes, la Junta de Castilla y León o la Diputación de Salamanca, en el Proyecto de Plan Hidrológico del Duero la CHD corta con la posibilidad de nuevos regadíos, con solo 12.000 hectáreas incluidas como nueva zona en La Armuña cuando estaban previstas 16.000 en la nueva fase y cuando las planteadas en total eran unas 40.000.

También en el Proyecto del Plan no incluye el recrecimiento del embalse de Santa Teresa cuando es lo que permitiría aumentar en regadíos en la provincia de Salamanca. El Consejo del Agua votó en contra del Plan Hidrológico y ahora será el Consejo Nacional del Agua quien lo estudiará, después de que incluso la Junta de Castilla y León votara en contra porque entiende que sin regadíos, la despoblación amenaza al medio rural.

El Proyecto del Plan Hidrológico está basado en las previsiones de demanda de agua que apuntan, por ejemplo, a que en ganadería aumentarán hasta 2027 las cabezas de ganado en los sectores bovino (17,3% más hasta 2027); porcino (11,1%); avícola (20,1%); y cunicultura (55,5%). La CHD espera una bajada del número de cabezas de ovino/caprino del 3,6% hasta 2027 y del 16,9% hasta el 2039 y también de equino, que bajará, apunta, un 1,4% hasta 2027 y un 2,8% hasta 2039.

En cuanto a la agricultura, la Confederación Hidrográfica del Duero refleja una tendencia al alza de la superficie destinada a maíz, multiplicada en los últimos años como causa, dice, del desacoplamiento de ayudas de la PAC a este cultivo y su comodidad para los agricultores, que encuentran en la cuenca suelos aptos. También apunta a tendencia al alza del girasol en secano y regadío -porque es una alternativa adecuada tras remolacha u hortalizas- y a la baja de remolacha y cereales de invierno (en secano y en regadío). En este último caso se debe, apunta la CHD, al empuje del maíz y del girasol.

También los cultivos hortícolas y patatas van a la baja porque, dice la Confederación Hidrográfica del Duero en el estudio, han perdido peso debido a las presiones del mercado: los primeros por la competencia de producciones del Sur, del Levante y de países terceros, y las segundas, debido a que el crecimiento en rendimientos ha saturado sus mercados naturales.

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