Juan Ignacio Zoido (eurodiputado): «La Ley de Restauración oculta una agenda verde radical»

Juan Ignacio Zoido, eurodiputado del Partido Popular y miembro de la comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, advierte de las consecuencias que tendrá para el campo la reciente aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza, que ha enfrentado a medioambientalistas y al sector agrícola.

En un clima dominado por las protestas agrícolas y ganaderas en numerosos países de la Unión Europea fue aprobada el pasado miércoles en el Parlamento Europeo con 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones, principalmente por el apoyo de grupos de izquierda y verdes, aunque también de algunos eurodiputados del Partido Popular Europeo. Zoido resalta que los del Partido Popular -PP- de España votaron en bloque el «no» a esta Ley.

¿Por qué votó el Partido Popular en contra de la Ley de Restauración?

—No se puede entender esta Ley en estos momentos de reivindicaciones de campo europeo y español. Es una Ley que, a pesar de su nombre bien intencionado, oculta una agenda verde radical. Entiende el PP a nivel europeo y, sobre todo la delegación española del PP, que puede hacer mucho daño al sector primario en bloque esta Ley. Lo que han hecho ha sido votar en contra del sector agroalimentario.

¿Entra en contradicción con esa flexibilización de la PAC que después de las protestas de agricultores y ganaderos ha anunciado Bruselas?

—Es una contradicción. Con el voto de los socialistas a favor de esta Ley incumplen lo que ahora se solicita. Ahora resulta que el señor Planas se encuentra muy satisfecho por derogar barbecho y rotación de cultivos y eso es precisamente lo que hemos estado pidiendo desde hace 4 años y cada vez que lo pedía, me decía que era un radical y ahora, sin embargo, está de acuerdo con eso. ¡Pero si le han puesto más condiciones y requisitos burocráticos a la PACde los que traía de Bruselas...! ¡Es usted el causante! Y ahora dice Planas que los agricultores españoles están locos con el cuaderno digital. Pues no haberlo puesto. El ministro Planas lo tenía muy fácil.

¿Hay que esperar al desarrollo de la Ley o hay puntos concretos que ya ve que afectan a la agricultura y la ganadería?

—Hay puntos muy concretos que ya afectan. Uno de los temas es que ahora mismo los estados miembros tienen que implementar medidas de restauración de biodiversidad en ecosistemas agrícolas, que es una limitación de zona donde se pueden realizar actividades. Han votado que sí los socialistas. Si se limitan actividades agrícolas, se limita también la producción.También en esta Ley hay un aumento de carga burocrática porque contiene obligaciones de monitoreo. Resulta que no logran introducir las cláusulas espejo y esta Ley plantea aún más obligaciones a agricultores y ganaderos y no hacen lo mismo con importaciones de terceros países. Es un contrasentido una cosa y otra al mismo tiempo. El PP no dio el apoyo a la PAC porque venía infradotada, con muchísima condicionalidad y con carga burocrática excesiva. Venía con flexibilidad para adaptarla a las necesidades del campo de cada país pero sabiendo que como nuestro Gobierno es extremadamente radical e ideológicamente medioambiental, era perjudicial para los españoles.

¿Por qué parte del Partido Popular Europeo votó «sí» cuando lo que se impulsaba desde el grupo era el «no»?

—Ha habido tres delegaciones de las 27 que no han estado de acuerdo con nosotros. No votaron en contra de esta Ley las delegaciones de irlandeses, luxemburgueses y portugueses.

¿Por qué los portugueses votaron a favor con una situación del campo semejante a la de España?

—Habrán entendido el momento por la situación que tienen en su país. Han tenido reuniones con organizaciones agrarias y a lo mejor han pensado que era preferible no seguir la consigna. Es frecuente que algo así pueda pasar. Lo infrecuente en una votación es que todo el mundo coincida en lo mismo. Y cuando ves a socialistas, verdes e izquierda radical dando saltos por la aprobación de la Ley, ves que no es bueno para los agricultores.

Queda aún un trámite para su aprobación, ¿ve alguna posibilidad de que no salga?

—Veo difícil que no salga. En parte la habíamos desnaturalizado con una enmienda del PP que se incluyó en el trámite anterior en el que pudimos introducir el freno de emergencia, que dice que todos los objetivos se pueden frenar si su aplicación impide que tengamos alimentos suficientes en Europea.

¿No es fácil aplicar ese freno de emergencia, no?

—Sí, pero bueno: por algo también votamos en contra.

¿Qué presupuesto tendrá la Ley de Restauración de la Naturaleza?

—Pasa lo mismo, exactamente igual. Con esto, igual que con otras leyes, tendría que venir en primer lugar la declaración de impacto desde el punto de vista medioambiental, social y desde el punto de vista de sostenibilidad económica. Las ayudas para que se produzca lo que dice la Ley de Restauración no pueden colgar de la PAC, que ya está infradotada. Tendría que haber un presupuesto suficiente para que los agricultores pudieran aplicarla.

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