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Martes, 4 de octubre 2022, 16:21
Ocho y media de la mañana. Gerardo Dueñas abre la puerta de su despacho en la Consejería. Se sienta en el sofá para conversar, con un café sobre la mesita, y el alto cargo de Vox pone una sola condición a la entrevista: tiene que ... acabar antes de las 10 porque tiene una cita programada.
Desde que tomó posesión no ha dejado de viajar por la Comunidad. ¿Qué le falta por visitar?
—Creo que nunca se deja de ver y de aprender. La situación del sector es tan dinámica que, independientemente de que en un momento concreto conozcas una situación, puede ocurrir que en 2 o 3 meses haya cambiado a bien o a mal y te obligue a modificar un poco lo que tenías hacer. Me queda mucho por conocer, avanzar y comprender para desarrollar la actividad que quiero hacer.
¿Y qué quiere hacer?
—Ante todo facilitar o flexibilizar las condiciones para que agricultores, ganaderos, cooperativas y agroindustria accedan fundamentalmente a las ayudas.
Ahora por ejemplo llega la buena noticia del pago de la PAC. ¿El día 17 tendrán ya algunos agricultores y ganaderos el dinero ingresado?
—El 16 avanzamos, tanto de la prima de la PAC como de las agroambientales, con lo cual ese mismo día o el siguiente ya habrá muchos que dispondrán de la ayuda. La intención es seguir haciendo pagos hasta llegar a diciembre con el 90% de anticipos cubiertos, que es lo máximo que nos permite la Unión Europea.
Es algo que mantiene la Consejería de la anterior etapa, ser de las primeras en pagar.
—Sí, igual que ha pasado ahora con el segundo pago de las ayudas ganaderas por la crisis de Ucrania. Cuando estuvimos reunidos con el ministro había muchas autonomías que todavía no habían iniciado ni siquiera la petición de fondos y nosotros ya habíamos lanzado el primer pago porque ya disponíamos de la parte de la Unión Europa y estábamos pendientes de que nos trasladara la Administración central sus fondos para hacer ya los dos tercios restantes.
¿Cuál es el ‘toque Vox’?
—La cercanía. La cercanía es fundamental y yo creo que escuchar e intentar ser ágiles en resolver los problemas.
¿Ha notado rechazo a formar parte del equipo por tratarse de Vox?
—No, no hemos tenido ningún problema al seleccionar el equipo directivo.
Decía que en sus primeros encuentros el ministro tenía con usted un trato afable. No sé si sigue igual.
—El ministro realmente es políticamente muy correcto. De alguna forma es una persona que dice mucho y no hace nada. Y quizás es un poco el cambio que he notado más profundo con él. De alguna forma considero que es un hombre de decir muchas palabras pero luego se las lleva el viento.
¿Le ha decepcionado?
—Sí, y yo creo que no solamente a mí. La última ha sido la reunión en Bruselas para tratar el problema del lobo y ha utilizado a un segundo para prácticamente no decir nada. Por eso digo que una cosa es a lo mejor lo que él declara aquí y otra es la realidad de las cosas.
De la reunión bilateral, nada, ¿no?
—Nada.
¿Y se comprometió?
—Sí, se comprometió a que antes de que terminara julio, nos reuníamos.
¿Qué le pareció cuando estaba en Salamaq, la alabanza a Carnero, el exconsejero de Agricultura en cuanto a la negociación de la PAC?
—Sí, de alguna manera es de aquellos consejeros, a lo mejor, que han sido más condescendientes en la elaboración del prePAC; lógicamente son aquellos que le han posibilitado estar más tranquilo. Estoy convencido de que a la consejera andaluza de ninguna manera cuando va a Andalucía le dice lo mismo, lógicamente porque el prePAC es algo que ha perjudicado a determinadas regiones de España pero, sobre todo, en ese último momento en el que ya no ha contado con nadie. No nos olvidemos de lo que ha producido a nivel de olivar tradicional, y de ahí parte de las quejas de Andalucía, del arroz, girasol, y colza... ha habido determinados cambios unilaterales por su parte que han provocado problemas y están provocando problemas y lógicamente las regiones afectadas estamos bastante en contra.
¿No es buena entonces la PAC para Castilla y León y Salamanca?
—Digamos que es lo menos malo que se ha podido negociar partiendo de todas las políticas verdes que tiene la Unión Europea. Realmente para Castilla y León no es una PAC buena porque no va en consonancia con el modelo de profesionalidad que tiene nuestra región. Esa parte de los pagos redistributivos que lo que favorecen son explotaciones pequeñas puede llegar a provocar que en la Región podamos llegar a divisiones artificiales de explotaciones. No es un modelo que sea favorecedor para Castilla y León. Y esa parte importante de pago verde vinculado a ecoesquemas creo que hoy el 90% de los agricultores ni lo entienden ni lo entenderán. Ni ecoesquemas, ni aplicación. Creo que son conceptos que a lo mejor en un momento, en 2018, pudieron tener una parte de sentido pero que con la realidad actual no tienen. Hay que garantizar la soberanía alimentaria y creo que con este modelo de Política Agraria vamos bastante en contra de ella.
Si hubiera negociado la PAC, ¿qué ‘líneas rojas’ habría puesto?
—Yo hubiera defendido una PAC con mayor apoyo a agricultores y ganaderos a título principal, profesionales. Y hubiera limitado mucho más la parte verde de las ayudas o hubiera intentado que hubiera sido algo más coherente con la realidad. Y todo lo que son los términos de capping y similares posiblemente hubiera intentado evitarlos. Yo por el hecho de que una explotación esté más dimensionada y sea más grande no tiene que perder ayudas.
Justo ASAJA criticaba que en la ayuda excepcional por la invasión rusa de Ucrania dada por la Junta se penalizaba a grandes explotaciones.
—En el caso de la línea de Ucrania, lo que hemos hecho las autonomías es seguir el mismo criterio que marcó el Ministerio, no hemos tenido esa opción.
¿Le repercute gobernar con el PP o ve más a la parcela de Agricultura y Ganadería como una isla?
—Creo que no es una isla. Independientemente de que tengamos a veces ideas que no son las mismas, pero gestionamos la Junta entre los dos partidos. De alguna manera hay que dejar claro que Agricultura y Ganadería está dirigida por Vox pero está integrada en un Gobierno autonómico que es la Junta. Todos tenemos que tirar del carro de la misma forma en favorecer a nuestro sector.
¿Larga vida a este Gobierno pese a las críticas que hay, más incluso desde otras comunidades que desde aquí?
-Pienso que sí. Hasta ahora los roces han sido muy pequeños y a lo mejor por una diferencia o falta de comunicación o de más profundidad en esa comunicación. Afotunadamente hay un pacto de gobierno por escrito, donde están especificados todos los condicionantes que una y otra parte han puesto para desarrollar el Gobierno de manera conjunta y eso es lo que se va a ir desarrollando en los próximos meses.
¿La polémica de las Cortes que llevó a la suspensión del pleno le perjudica a su Consejería?
—No lo sé. Creo que esa polémica quizás desgasta al partido pero sobre todo desgasta a la figura del vicepresidente.
En su caso, ¿cómo habría actuado?
—Soy en ese sentido menos visceral y posiblemente no hubiera reaccionado así.
¿Cree que están provocando a Vox?
—Sí, es un partido muy joven, que accede por primera vez al Gobierno. El vicepresidente es una persona, pues eso, muy joven, 31 años, con unas ganas locas de hacer cosas y lleva mucho tiempo en esa faceta de desgaste, para que a la mínima le cueste arrepentirse.
En la campaña electoral Vox centraba el mensaje en el problema de tuberculosis bovina. ¿Siente al llegar a la Consejería que es irrealizable en algunos puntos, que aprietan más de lo que pensaba Bruselas y el Ministerio?
—Es que no es que Bruselas y el Ministerio aprieten, es que de alguna manera te fuerzan a determinadas cosas que te limitan tu capacidad de gestión. Lo cual no quita que situaciones como la de Lario, en León, hayan sido para nosotros un logro, que una explotación de 154 cabezas no haya tenido que sacrificar todos los animales. Para nosotros ese cambio que provocamos en el sector nos parece bastante positivo.
¿La situación de Salamanca es muy mala?
—La situación de Salamanca es mala y diferente al resto de la Región. Pensemos que en 2023 habrá 6 provincias por debajo de 1%, son ya indemnes a tuberculosis, lo que les posibilita tener un modelo de flexibilización distinto. Soria se unirá a esas seis provincias en el año 24 y quedaría Ávila, que los datos son bastante buenos y sí que está bajando bastante. Y la situación de Salamanca que es de alguna forma contraria a las demás. Pensemos que en el plan 23-27 Bruselas y el Ministerio nos van a obligar a hacer controles en cebaderos, cosa que esa flexibilización en esas provincias nos permite no hacer ese control. En Salamanca pensemos que se está dando la segunda vuelta y a 14 de septiembre había ya un 20% más de explotaciones con microbiología positiva con respecto al año pasado. No positivas, sino ya con microbiología positiva post mortem, lo cual da a entender que el nivel de infección ha crecido mucho y si no se controla, va a ser muy problemático de cara al año que viene.
¿Se van a tener que apretar mucho los ganaderos para el control?
—En alguna zona de la provincia, sí. No es la misma evolución en todas las zonas. Es lo que hemos analizado ya otras veces. El entorno de Vitigudino, ahí en esas 4 comarcas que la rodean, la situación es quizás más problemática y es donde sí que pensamos aplicar un plan especial consensuado con la mesa de la tuberculosis. Un plan que tendrá su parte de incremento de controles pero también tendrá lo que hasta ahora no se había planteado por parte de ninguna administración: un apoyo económico importante para esos ganaderos, para que puedan hacer frente, yo creo que de una manera bastante positiva, a esas limitaciones que se les puede llegar a aplicar.
¿En qué plazo piensa aplicar el plan? ¿Cuándo piensa ponerlo en marcha?
—La intención es que una vez que la mesa de trabajo que, por cierto, recibió la propuesta yo creo que bastante bien, y nosotros cerremos el acuerdo la intención ya es comunicárselo al sector, definir el protocolo de cara al año 23, publicarlo en el boletín y lanzarlo ya para la próxima campaña.
¿De cuánto dinero habla para el plan? ¿Tiene la cifra cerrada?
—No, no hay cifra cerrada. Lo que tenemos son muchas líneas, incluso hay alguna línea que estamos analizando, novedosa, que lanzaremos a corto plazo, como puede ser que hasta ahora solo entidades locales podían hacer frente a ayudas a puntos de agua, para cercados, mangas, etcétera y esto se va a poder abrir a explotaciones individuales. Vamos a primar además a aquellas explotaciones que se encuentren posiblemente en estas zonas más afectadas. Pero, vamos, que hay ayuda pública, se está hablando con Agroseguro, se está planteando incrementar las indemnizaciones... estamos avanzando y creo que van a ser líneas positivas para el sector.
¿Entiende que los agricultores se quieran manifestar? ¿O que su viceconsejero anime incluso a manifestarse para que cumpla el ministro?
—Lo comparto. Tengo claro que el sector en este momento tiene todo el derecho del mundo a manifestarse. Porque por un lado estamos hablando de que el incremento de inputs ha sido muy elevado y la certeza de futuro que tiene ese agricultor, evidentemente no es la misma. El agricultor cuando va a sembrar hoy está planteándose un incremento de costes importantes, en carburante, fertilizante, fitosanitarios... y no sabe si en el mes de junio el cereal va a seguir valiendo 350 euros, 200 o 400.
¿Y cuando se manifiestan, como recientemente, frente a la Delegación pero también frente a la Consejería?
—Entiendo que vayan o intenten que todas las administraciones al menos estemos enteradas de la situación, independientemente que luego, cuando analizas las peticiones, ves que van mayoritariamente dirigidas al Ministerio.
Una petición desde Salamanca es el recrecimiento del embalse de Santa Teresa, ¿se olvida? ¿cree que es imposible mientras siga este Gobierno?
—No, no nos olvidamos del recrecimiento de Santa Teresa. No nos olvidamos de reclamar sí o sí que haya una garantía de que los agricultores de La Armuña el año que viene puedan regar. Además ese recrecimiento de Santa Teresa que estaba comprometido posibilitaría que La Armuña pudiera tener mayor superficie de regadío, que también estaba hablado: hacer una segunda y una tercera fase. Creo que de eso no tenemos que olvidarnos nunca. El regadío es vida.
¿Qué es lo que peor lleva del cargo?
—Quizás esa parte, no sé si desagradable pero sí poco correcta que se transmite muchas veces en los plenos de las Cortes. Creo que las Cortes tienen que ser bastante más importantes y tienen que reflejar otra manera de expresarse y de opinar de los diferentes grupos políticos, bastante más asentada de la que se está produciendo.
Solo que el presidente de las Cortes también es de Vox.
—Sí, pero creo que el papel de Carlos Pollán ha sido hasta ahora muy bueno. La gente está bastante contenta con él.
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