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La medida de flexibilización de determinados movimientos de ganado adoptada por la Junta de Castilla y León por la falta de vacunas contra la enfermedad de la lengua azul se mantendrá hasta el próximo día 1. En concreto, el pasado 8 de mayo autorizó movimientos de reses sin vacunar ni de hacer PCR_si era con desinsectación previa del animal y del transporte, si el destino del animal era para vida. En el caso de que salga de la explotación para su sacrificio, se permite desde esa fecha sin vacuna contra la lengua azul pero con desinsectación previa del transporte. En el caso de que los movimientos sean hacia destinos diferentes a Castilla y León, es necesario que los animales estén vacunados o que la comunidad autónoma de destino autorice la recepción de ganado. En relación a este último punto, sí ha habido comunidades autónomas que se han negado a ese movimiento de ganado.
La prórroga a la flexibilización de movimientos -que en principio terminaba con la llegada de las dosis compradas por la Junta de lengua azul- ha sido bien recibida por los ganaderos y tratantes, especialmente por las dificultades de sanear y vacunar ganado en esta época del año. Ahora, además de que el ganado se resiste más a ser encerrado por la abundancia de pastos en las explotaciones, los ganaderos encuentran también dificultades para encontrar ayuda para esta labor.
Para los tratantes que acuden al mercado, la flexibilización de movimientos no es tan esencial porque buscan animales vacunados frente a la lengua azul ya que la mayoría de los que se venden allí tienen como destino otras comunidades autónomas.
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