Eustaquio Martín, otro ‘héroe’ del campo salmantino: “Lo peor es el miedo a un accidente cortando las encinas”

Tal y como está la cosa no está para quejarse, porque entre los que no pueden trabajar porque les han obligado a cerrar su negocio y los que sí o sí se tienen que quedar en casa, nosotros al menos podemos seguir saliendo al campo y respirar aire fresco”, señala Eustaquio Martín, cortacino de la localidad de Retortillo.

Pero esta situación que podría parecer casi placentera, “no lo es porque cuando estás cortando te asaltan muchos miedos, el primero de ellos y aunque mantenemos todas las medidas de seguridad y solemos trabajar casi solos, piensas que a lo mejor puedes llevar el bicho a casa, a los tuyos”.

Ante este peligro real, además de adoptar las medidas dictadas por las autoridades sanitarias, Eustaquio Martín reconoce que “las visitas a la gasolinera las intentamos hacer más espaciadas, llenando más garrafas para las motosierras, 10 o 20 litros, y que así duren más tiempo”.

Otro de los miedos a los que se enfrenta este “héroe del campo” es “a que en estos momentos tan complicados para la gente que trabaja en los hospitales, podamos sufrir un corte o cualquier accidente que nos lleve allí y supongamos, además de una carga más para ellos, un peligro también de contagio del virus”.

En cuanto a la situación del negocio, Eustaquio Martín afirma que “al igual que todo, esto de la venta de leña está muy parado, porque además en esta zona de Salamanca nos hemos visto afectados directamente por el cierre de la frontera, porque muchos de nuestros clientes son de Portugal y ahora tendremos que esperar a que vuelva todo a la normalidad”.

“Así no sé la verdad es cuánto aguantaremos los que vivimos directamente del campo, porque es una situación que da miedo, si fuera solvente me quedaría en casa”, asegura Eustaquio Martín.

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