El Parlamento Europeo pide que no haya ayudas acopladas para el toro de lidia

El Parlamento Europeo ha instado a los Estados miembros de la UE “a que excluyan la posibilidad de que los ganaderos reciban ayuda asociada voluntaria de la PAC por el ganado cuya venta final sea para actividades relacionadas con la tauromaquia, excluyendo de manera proporcional el número de cabezas de ganado de los pagos”.

Lo ha hecho en un informe adoptado el 16 de febrero sobre el bienestar de los animales de granja, en el que recoge su posición y sus recomendaciones en relación con el bienestar animal de cara a la revisión de la política comunitaria sobre protección del ganado que la Comisión Europea propondrá a finales de 2023.

No es la primera vez que los eurodiputados se pronuncian en contra de estos apoyos al toro de lidia. Hay que recordar que, en el marco de las negociaciones de la PAC que entrará en vigor el año que viene, el Parlamento también intentó que la reforma excluyera de los pagos acoplados al ganado de lidia, algo que no se incluyó finalmente en los acuerdos.

En ese informe, el Parlamento Europeo aboga por armonizar la legislación comunitaria en el ámbito del bienestar animal -con el fin de que su aplicación sea uniforme en toda la Unión Europea- más que por endurecerla. Pide también que las decisiones en esta materia estén avaladas por datos científicos, que se realicen evaluaciones del impacto de las mismas y que se apoye a los ganaderos.

El texto reconoce los “avances realizados por numerosos ganaderos en sus explotaciones” para mejorar el bienestar del ganado y solicita que cualquier acción legislativa futura que implique una modificación o un cambio del sistema de producción (incluido el alojamiento) y de los criterios de bienestar animal se base en datos o estudios científicos sólidos y recientes. Además, esos cambios deben consultarse con los organismos competentes y las partes interesadas de los Estados miembros, “con el fin de responder a los retos a los que se enfrentan los ganaderos, por una parte, y a las necesidades y expectativas de los ciudadanos así como a la salud y el bienestar de los animales”. Recuerda, por otro lado, que “el sistema alimentario europeo debe garantizar el acceso a alimentos asequibles y de calidad” y también “que debe garantizarse a los productores una parte equitativa del precio de los productos alimentarios que se atengan a la legislación de la Unión en materia de bienestar animal”.

El texto “subraya que cualquier cambio deberá considerarse teniendo en cuenta el tiempo, el apoyo y la financiación que necesitan los ganaderos para aplicarlo, sus repercusiones económicas y burocráticas y la inercia que dicho cambio puede generar”. Apunta que “las inversiones destinadas a mejorar el bienestar de los animales se traducen en un aumento de los costes de producción, independientemente del tipo de ganadería del que se trate”, por lo que “deben articularse ayudas públicas adicionales”, incluso utilizando “fondos externos al presupuesto de la PAC”, o un claro rendimiento económico del mercado, “porque si no el aumento de los costes de producción impedirá a los ganaderos invertir en el bienestar de los animales”.

Defiende el fomento de los canales cortos de comercialización, la mejora de la formación en materia de bienestar, un marco armonizado y obligatorio en la UE con requisitos comunes sobre un etiquetado relativo al bienestar animal (voluntario para los operadores) y “pide a la Comisión Europea que practique una política de defensa de la ganadería europea y prohíba la importación en Europa de ganado o carne que no respeten las normas europeas en materia de bienestar animal”.

• Temas
• Madrid (ciudad)
• Festejos taurinos
• Campo