El meloncillo, otra amenaza más para los ganaderos salmantinos

Hasta el momento nunca habíamos sufrido un ataque de estas características y ahora, en apenas 15 días, ya llevamos tres”, se lamenta un ganadero del Campo Charro que prefiere no identificarse y que en las últimas semanas ha perdido dos vacas de vientre y dos becerros como consecuencia de los sucesivos ataques de meloncillos y buitres.

El primero en atacar fue el mamífero también conocido como mangosta que aprovechó que una vaca se puso de parto para comerle las ubres y saltar también sobre la boca y la lengua del ternero, una tarea que remataron los buitres y que se saldó con los dos ejemplares muertos. “Hemos encontrado un nido de meloncillo cerca de nuestros corrales pero yo espero que en este caso haya sido un ataque puntual”, explica el ganadero afectado.

Más insólito fue el segundo ataque en el que un becerro fue sorprendido por una manada de buitres mientras dormía profundamente al sol —algo que acostumbran a hacer cuando acaban de mamar— y no tuvo ninguna escapatoria resultando también muerto.

A los reiterados ataques de buitres, que llevan años siendo un problema para los ganaderos, se suma ahora el meloncillo, como denuncia ASAJA, menos conocido pero que también se ensaña con el ganado.

El pasado viernes se producía el último de los ataques también de buitres que se cebaron de nuevo con una vaca de parto y su becerro. Muerto este último, las profundas heridas que presentaba la madre en la vulva y en el ano, obligaron al ganadero a sacrificarla.

“La solución es muy difícil porque lo que detectamos los ganaderos es que los buitres tienen hambre y se agarran a lo que sea, además hay superpoblación y en esta zona concretamente hay una manada de unos 300 ejemplares. Nosotros intentamos ahuyentarlos con los coches y los perros -continúa el ganadero- e intentamos también estar más al tanto de nuestros animales, ya que atacan a cualquiera al que le ven una mínima debilidad”, explica el ganadero de ASAJA.

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