El ‘mar’ de Almendra, con menos agua que hace un año

La campaña de riego comenzaba en Salamanca en el mes de abril con los embalses rozando el 85% de su capacidad, pero hoy la situación es otra y el “mar” de Almendra y la media de los tres embalses gestionados por la CHD en la provincia están por debajo del nivel que tenían hace un año.

El riego y las escasas precipitaciones de las últimas semanas (a pesar de la gran tormenta del miércoles) han hecho que hoy la cantidad de agua embalsada esté por debajo de la registrada en agosto de 2020. Almendra, el embalse más grande de la provincia y el tercero de toda España, contaba en la jornada de este jueves con 1.717 hm3 de agua, lo que le supone estar al 66% de su capacidad total, por debajo del registro de hace un año (cuando estaba al 75% con 1.989 hm3) y también de la media de los últimos diez años (1.832 hm3).

La media de los tres embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero en la provincia (Santa Teresa, Irueña y Águeda) se sitúa tras varias semanas de tendencia bajista en el 55%, frente al 59% registrado en estas misma fechas hace un año.

La salida de agua de Santa Teresa en estas últimas semanas ha sido clave. El embalse salmantino superaba al inicio de la campaña el 83% de su capacidad con 411 hm3 de los 496 posibles, mientras que ahora, casi cinco meses después, está al 58% con 288 hm3. La cifra del registro de la CHD es inferior a la de hace un año (307 hm3), aunque todavía se mantiene algo por encima de la media de la última década (283 hm3).

En la última campaña, Santa Teresa inició también los riegos cercana al 83% y terminó la temporada al 54%.

También ha bajado mucho en estos últimos meses el embalse de Irueña, que en el mes de abril estaba al 75% de su nivel de embalsado. Ahora las cifras son otras y está al 36% tras haber perdido la mitad del agua en todas estas semanas.

Además del nivel de los embalses, otra de las preocupaciones de los regantes es el recrecido del embalse de Santa Teresa ante la incertidumbre de qué ocurrirá una vez entre en funcionamiento el esperado regadío de La Armuña, algo que esperan pueda ocurrir en 2022. A través de la asociación Ferduero, los agricultores piden que se aumente la capacidad para que el riego quede garantizado.

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