![El lamento de un ganadero en Salamanca: “Cobro la leche como mi abuelo y encima tengo que dar las gracias”](https://s2.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2020/02/27/photo-2020-02-24-19-59-24_1-1527105_20200227134157--1200x900.jpg)
![El lamento de un ganadero en Salamanca: “Cobro la leche como mi abuelo y encima tengo que dar las gracias”](https://s2.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2020/02/27/photo-2020-02-24-19-59-24_1-1527105_20200227134157--1200x900.jpg)
Secciones
Destacamos
Jueves, 27 de febrero 2020, 14:41
Roberto Egido vive en Bermellar y su vida es la del retorno al campo. Nació en el País Vasco, a los 12 años se instaló en el pueblo y después de trabajar en otros sectores y países como Panamá, decidió volver a casa y mantener la explotación familiar aprovechando que su madre se jubilaba. Ahora, con 43 años, formación de especialista en explotaciones agropecuarias y después de vivir del campo desde 2014, se da cuenta de que pierde dinero con sus ovejas de leche, a pesar de que tiene 305, 177 más que las que le dejó su madre “porque eran las aconsejadas para tener una explotación viable”.
El problema fundamental que vive es el del bajo precio de la leche, con el litro de oveja a 0,60-0,70 euros, prácticamente idéntico al que cobraba su abuelo, pero sin los gastos que tiene él ahora. “La leche no puede ir al caldero, como antiguamente. Existe control de antibióticos, que está muy bien, la bacterología... hay que tener mucha limpieza, el tanque, gastas más en luz... Mi abuelo gastaría la luz de las dos bombillas mientras ordeñaba y no tendría ni tanque para enfriar la leche porque la ordeñaba y se la recogían, pero ahora...”.
En su caso reconoce que encima de no ganar dinero, “tengo que dar las gracias” porque se la recogen desde la cooperativa y va a fábricas de leche a Palencia y Portugal. De la negociación por el precio no habla porque es simplemente “el que me digan”. “Mi abuelo pagaba 30 pesetas por el kilo de pienso y yo lo pago a 0,30 céntimos... y suma y sigue”.
Ahora su idea es ampliar la explotación hasta las 350 ovejas assaf pero, sobre todo, lacaune, para ver si aumentando la producción -de cada una obtiene unos 2 litros al día- logra vivir del campo, que es lo que le gusta. “Yo solo pido unos márgenes que nos dejen vivir” y recuerda que en su pueblo, Bermellar, muy ganadero, solo quedan “4 explotaciones con ovejas”. Uno de los últimos que lo dejó vendió las ovejas y se puso a trabajar para el comprador porque no podía ya con el peso de la explotación.
“Al final los que estamos en los pueblos porque nos gustan acabaremos marchándonos también”, señaló, “y luego se les llena la boca en elecciones hablando de la España vaciada”.
Roberto está ya cada día en la nave a las 7 de la mañana y no termina su trabajo hasta las 9, porque ahora además encierra y desencierra ovejas porque también el lobo es una amenaza. Por supuesto que no le da para pagar a un trabajador. “Producimos a pérdidas y encima se nos ve como caza subvenciones... Es vergonzoso lo que nos ocurre al sector primario”.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a S. M. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.