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El recrecido del embalse de Santa Teresa, que los regantes y la propia Junta de Castilla y León consideran necesario y viable para ampliar el regadío de La Armuña, sigue en el limbo porque, a pesar de las peticiones reiteradas, el Gobierno central evita pronunciarse.
La Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero -Ferduero- realizó, con el apoyo de la Junta, un estudio de viabilidad que presentó al Gobierno central, sin que aún haya recibido respuesta. “Estamos en la tercera fase de planificación y no se han gastado nada en balsas, ni en embalses... todo va para medio ambiente”, lamenta Ángel González Quintanilla, presidente de Ferduero, en relación a las negociaciones del Plan Hidrológico. “No quieren hacerlo y punto”, señala, también en relación a la fase 2 de La Armuña. Apunta a que, si hubiera intención, el Gobierno acudiría a los fondos europeos.
La comunidad de regantes de la fase 2 de La Armuña volverá de nuevo a pedirlo estos días al Gobierno a través de la Subdelegación del Gobierno. Considera también que se dan las condiciones para ampliar la capacidad del embalse de Santa Teresa unos 80 hectómetros cúbicos desde los 496 actuales. El proyecto inicial del embalse era más ambicioso.
Con ese recrecido se podría emprender la nueva fase del regadío de La Armuña, hacia Palaciosrubios, y conservar más agua y no soltarla, como este año. “Sería viable”, dice Eugenio Fernández, vicepresidente de los regantes Armuña 2, que ya encontró el apoyo de la Junta. El que no encontró el consejero Jesús Julio Carnero fue el del ministro Luis Planas cuando le pidió que los ecoesquemas incluyeran a los regadíos.
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