El embalse de Santa Teresa, a tope: tendrá que liberar reservas en previsión de las nevadas

El embalse de Santa Teresa suelta ya agua porque ha llegado al mes de diciembre con el tope previsto por la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD-. Después de un noviembre en niveles altos, Santa Teresa se encuentra ahora al 74% por ciento de su capacidad, con 367 hectómetros y con un desembalse aproximado de un hectómetro diario de agua en la última semana. Afortunadamente las previsiones meteorológicas permiten a la CHD soltar agua a un ritmo lento y dirigirla a la producción de energía eléctrica. En noviembre, el embalse alcanzó los 392 hectómetros cúbicos pero pudo llegar a ese nivel porque entonces la falta de nieve permitía dejar menos resguardo.

Con los datos de diciembre se cierra un año extraordinario en cuanto a agua en este embalse, que es el principal de regadío para la provincia de Salamanca y que abastece de agua a numerosas localidades, entre ellas a Salamanca capital. Desde el pasado enero el embalse, de 496 hectómetros cúbicos de capacidad, solo ha estado por debajo de los 270 hectómetros cúbicos en septiembre, cuando estaba a punto de finalizar la campaña de riego que supone un gasto extra julio y agosto.

Su volumen embalsado durante el mes de diciembre sitúa a 2020 como uno de los mejores años de agua en Santa Teresa. De hecho, en el histórico de la Confederación Hidrográfica del Duero, elaborado con datos de 1995 a 2016, solo en tres años hubo más agua en este mes que ahora: 1996, 1997, 2002 y 2003.

La campaña de regadío se desarrolló este año con normalidad y para el siguiente ya está garantizada, gracias a superar ampliamente la media de los últimos 10 años (291,3 hectómetros cúbicos).

La situación no es solo buena en Santa Teresa, también en el resto de la cuenca del Duero, con 4.409 hectómetros cúbicos de agua embalsada -se encuentra al 58,73% de su capacidad-. Hace un año en la misma sema na la cuenca estaba al 46,73% y ahora también supera la media de los últimos 10 años (52,79%).

Las comunidades, pendientes ahora de la doble tarifa eléctrica, cuentan con la garantía de que es prácticamente seguro que el próximo año dispondrán del máximo agua disponible para el riego, fijada en 6.500 metros cúbicos por hectárea.

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