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Sábado, 21 de mayo 2022, 12:58
Los agricultores estaban convencidos de que las altas temperaturas de estos últimos días reducían la cosecha pero desde ayer es el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León -ITACyL-, dependiente de la Junta de Castilla y León, quien lo confirma con unas previsiones que dejan por primera vez la producción de trigo y cebada en Salamanca por debajo de la media de los últimos 30 años.
Hasta el pasado lunes este ente público situaba la cosecha esperada de cebada en Salamanca 9 puntos por encima del promedio medio y la del trigo, 6. Esta evolución del rendimiento de la campaña lo analiza cada día en base a la ejecución del modelo agronómico AquaCrop.
Ayer sin embargo el mismo método apuntó a una cosecha de trigo en Salamanca dos puntos inferior a la media y la de cebada, uno. Desde el pasado 1 de mayo, cuando empezaron las altas temperaturas y desaparecieron las precipitaciones, la previsión de cosecha ha caído en 12 puntos en el caso del trigo y de 14 en el de la cebada. Se ha pasado de esperarse en abril una cosecha muy buena, a una ya por debajo de la media y con perspectivas poco esperanzadoras porque la producción va a menos cada día que pasa con calor intenso y sin agua. Hasta mediados de junio el cereal pide temperaturas suaves.
Una cosecha media en Salamanca (periodo 2011-2020), según datos de la Junta, está cifrada en la obtención de 3.073 kilos por hectárea en el caso del trigo y de 2.753, para la cebada.
La situación de los pastos y de las charcas en explotaciones extensivas es aún peor, sobre todo al oeste de la provincia, de ahí que ASAJA Salamanca haya pedido ya ayer a la Junta de Castilla y León medidas urgentes para garantizar el suministro de agua a este tipo de ganaderías. Le pide a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que lance cuanto antes la orden de ayudas que permite crear estructuras y mejorar las existentes, y a la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD-, que agilice las autorizaciones para abrir pozos que permitan garantizar el abastecimiento del ganado.
La CHD ha advertido en el informe correspondiente a abril de la situación de “sequía prolongada” en el Águeda, que afecta a todo el oeste salmantino, de la comarca de Ciudad Rodrigo hasta Arribes. El otro sistema que está mal es el del Alto Tormes, en situación de “prealerta”, y que afecta a la zona de Santibáñez de Béjar.
Hay situación de normalidad en el Tormes y buenas perspectivas para los agricultores de esta zona porque el riego está garantizado por el embalse de Santa Teresa. El embalse se encuentra en niveles superiores a la media de los últimos 10 años, en concreto al 90,7% con 450 hectómetros cúbicos de los 496 posibles. La situación en el sistema del medio y bajo Tormes es de “normalidad”, según este informe de abril de la CHD. El de Irueña está al 65,1%; y el del Águeda, al 89,4% con 19,7 hectómetros cúbicos de los 22.
En cuanto a las masas de aguas subterráneas, en el mismo documento la Confederación Hidrográfica del Duero apunta a situación de alerta en la de Medina del Campo, que afecta por ejemplo a Tarazona de Guareña. En cambio, hay situación de normalidad en la de Tierra del Vino -zona de El Pedroso de La Armuña-, en la de Los Arenales y en la de Salamanca -que afecta a la zona de Topas, Negrilla de Palencia, Calzada de Don Diego o Anaya de Alba, entre otras-.
La otra preocupación de los agricultores son las plagas y esta semana la Junta ha lanzado la alerta sobre la presencia de oídio en viñedo, erinosis y gusanos grises.
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