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José Ángel Arranz, director general de Patrimonio Natural.
«Los daños del lobo los están pagando los castellanos y leoneses»

JOSÉ ÁNGEL ARRANZ

«Los daños del lobo los están pagando los castellanos y leoneses»

El Director General de Patrimonio Natural, José Ángel Arranz, asegura que el Ministerio para la Transición Ecológica no asume su compromiso de indemizaciones

Susana Magdaleno

Salamanca

Miércoles, 19 de marzo 2025, 19:47

El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, José Ángel Arranz, lleva años en la gestión del lobo y alerta del incremento de daños causados y lamenta la actitud del Gobierno, con su negativa a sacarlo del listado de protección especial. Este jueves el Congreso de los Diputados vota la salida del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) a iniciativa del Partido Popular.

Han presentado los datos del lobo, con el aumento de ataques y Salamanca es la segunda provincia de Castilla y León con más bajas de ovino. ¿Saben la razón de este aumento? ¿Eran lobos establecidos en la provincia o entraban y salían?

—El último censo regional recientemente presentado se ha confirmado la presencia de 3 manadas, 2 de ellas limítrofes con Zamora y una limítrofe con Ávila. No se ha constatado un aumento de las manadas, pues en el último censo de toda la Comunidad, realizado en el año 2012-2013 se llegó a localizar hasta 6 manadas con actividad en la provincia. Por otro lado, sí que ha habido un repunte de los daños, pasando de los 70 ataques con 150 cabezas muertas en 2023, a los 192 ataques con 625 cabezas muertas en 2024.

Este aumento se ha producido fundamentalmente en el norte de la provincia, en el límite con Zamora y son daños producidos por las dos manadas que campean en esa zona. También se han producido algunos daños en los municipios limítrofes con la Sierra de Ávila, donde está la otra manada, y la otra zona de la provincia afectada ha sido el oeste, en el entorno de Vitigudino y Ciudad Rodrigo. Allí, probablemente por daños causados por lobos que estén criando en Portugal puesto que no se han detectado manadas activas en esa zona en el último censo.

¿Por qué cree que en los últimos meses se han frenado los ataques?

—No lo sabemos con certeza. Los ataques varían de una época a otra, quizá se hayan movido las manadas tras la cría o los lobos estén alimentándose en otra zona.

¿En qué fecha es más probable que vuelvan?

—No hay una fórmula clara para saber dónde y cuando van a producirse daños. Lo más frecuente es que los daños aumenten algo en los meses de septiembre y octubre cuando las manadas están mas activas al ser los cachorros ya mas grandes y acompañar a los adultos en la búsqueda de comida. Aún nos falta mucho por saber sobre el comportamiento y actividad de las manadas, por ello hemos indicado un programan de radiomarcaje a gran escala que nos permita saber más sobre la actividad de los lobos y así poder prever mejor su comportamiento y mejorar el diseño de las medidas preventivas en la explotaciones ganaderas.

Castilla y León en su censo reflejaba el fuerte incremento de población del lobo, muy preocupante en algunas provincias, ¿este 2025 ha comenzado con la misma presión del lobo a la ganadería?

—La tendencia continúa, aunque es pronto para saber cómo acabará el año. Es lógico que esto sea así porque no podemos realizar la gestión de la especie que nos gustaría para controlar los daños. Seguimos trabajando intensamente en la implantación de medidas preventivas, aunque aún no conocemos sistemas eficaces de defensa del ganado en algunas explotaciones, como es el caso del vacuno en extensivo en nuestras sierras.

-¿Ve también posible la expansión del lobo hacia la Sierra de Béjar-Candelario, como Mario Sáenz de Buruaga, director del censo?

—El lobo es una especie que tiene una gran capacidad de adaptación y que puede ocupar cualquier zona. De hecho, ya la colonizado nuevos territorios en Castilla y León y en comunidades limítrofes. Madrid y la Rioja han aumentado su número de manadas e incluso Cáceres tiene ya una manada compartida con Ávila.

-En una entrevista publicada este domingo en La Nueva España, Hugo Morán (MITECO) decía que el lobo no podría salir del listado de protección hasta constatar los datos de población nacionales y eso apuntaba a que será en julio de forma preeliminar. ¿Qué le parece?

—Sinceramente, hace tiempo que en las comunidades autónomas que gestionamos el lobo no se entiende la actitud de los máximos responsables del Ministerio. Nunca debió incorporarse el lobo al LESPRE porque los datos de sus poblaciones así lo reconocían, las poblaciones estaban aumentando… y los daños también. De hecho, en el expediente de inclusión la excusa para su incorporación fue su valor cultural. La primera especie que se incorpora por este motivo absolutamente subjetivo. Pero es que ahora hay una gran resistencia de nuevo a reconocer la realidad, en primer lugar que la propia Comisión Europea lleva años recomendado lo contrario, y es que toda la población del lobo pueda ser gestionable, que no significa que no esté protegida, sino que se pueda realizar un control de la misma donde los daños son insostenibles. Pues bien, ahora la Comisión ha ido mas allá y tras modificar el convenio Internacional de Berna, donde el lobo ya no es una especie estrictamente protegida, ya hay un borrador para modificar la Directiva Hábitat y que el lobo en toda Europa deje de ser una especie estrictamente protegida. Mientras, en España, en una línea totalmente contraria, en el norte del río Duero donde la especie siempre tuvo esa consideración de especie gestionable, se incorpora al LESPRE, se le dota de un estatus de protección que impide cualquier gestión de la especie. Y en lugar de rectificar, toma una actitud desoyendo las peticiones de comunidades autónomas, organizaciones profesionales agrarias... poniendo como excusa una vez más la falta de censos que ya las comunidades autónomas han entregado al Ministerio. Esperemos que las iniciativas parlamentarias del Grupo Popular en el Congreso y Senado puedan cambiar esta situación lo antes posible.

-¿Está el MITECO asumiendo lo acordado en cuanto a presupuesto para indemnizar o proteger?

—Pues no. Nos llegó un dinero muy tarde en diciembre del año 2022, nada en 2023 y 1,8 millones en 2024, de los casi 10 que nos deberían haber correspondido. En 2025 aún no sabemos que nos llegará. Al final los daños los están pagando los castellanos y leoneses y el compromiso de financiar estos daños por el Ministerio no se cumple según lo acordado.

-¿Cómo ha ido la experiencia en explotaciones con más ataques? ¿Las medidas adoptadas han conseguido apartar al lobo?

—Pues funcionan bien, en algunas explotaciones con modelos de gestión del ganado donde se guarda y en época de cría se recoge el ganado vacuno, los cercados, los pastores eléctricos, los perros de guarda funcionan. Pero en las explotaciones de vacuno o equino en las que el ganado tiene menos manejo y esta todo el año suelto en las sierras, no somos capaces de implantar métodos de control efectivos. Seguimos trabajando en ver alternativas, pero será complicado.

-Hay también preocupación por daños de ciervos y jabalíes, ¿que puede hacer un agricultor que ve que le comen lo sembrado?

—Pedir al titular cinegético que cace mas en época de caza y ahora que estamos en veda, que solicite controles poblacionales, que se los facilitaremos desde la Administración, si se producen esos daños. Y recordar que el titular cinegético es el responsable de los daños en los cotos de caza, como lo es la Administración autonómica en las reservas regionales de caza.

-¿Qué balance hace de la emergencia cinegética? Tiene previsto prorrogarla?

—El balance es positivo en el sentido en que se ha facilitado el acceso a los controles y se ha facilitado la gestión administrativa. La otra parte del éxito depende los titulares cinegéticos y de los cazadores que deben incremente se la caza y los controles de fauna cinegética si hay daños a la agricultura, a la ganadería. En este sentido la respuesta d ellos cotos ha sido desigual

-¿Le preocupa la falta de cazadores?

—Sí, mucho. Es un tema muy preocupante. La edad media de los cazadores esta aumentando y hay poco relevo generacional. La caza ha pasado a ser una actividad poco atractiva para los jóvenes. Incluso en los pueblos, donde siempre fue una actividad tradicional entendida y practicada por muchas personas, está descendiendo el número de cazadores jóvenes.

Tenemos que revertir la percepción social que se tiene de la caza. La caza es una actividad necesaria que ayuda a controlar las poblaciones de algunas especies que pueden ocasionar importantes daños a la actividad agraria pero también accidentes de carretera, una actividad deportiva en contacto con la naturaleza que requiere de destreza y conocimiento del medio natural para ejercerla, y que además genera actividad económica en los pueblos. Necesitamos más información y educación sobre la caza para revertir esta situación.

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