La propuesta de la Junta de Castilla y León de soltar conejos para controlar la vegetación en los parques fotovoltaicos ha sido recibida con fuertes críticas desde las organizaciones agrarias.
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Así, desde ASAJA León se recordaba que los lepóridos, y en particular los conejos, «son hoy día una plaga del campo que, salvo cuando padecen enfermedades infecto contagiosas que diezman sus censos, causan verdaderos estragos en la agricultura, arrasando con todo tipo de cultivos y cosechas».
En concreto, la organización agraria tiene previsto en las próximas semanas mantener una reunión con el Servicio Territorial de Medio Ambiente para abordar estas medidas correctoras en todos los macroparques, además de exigir una rectificación a la Consejería de Medio Ambiente sobre este asunto.
La medida de introducir conejos en las plantas fotovoltaicas se incluye dentro del estudio de impacto ambiental que impone la Junta de Castilla y León a los promotores de estos parques para poder controlar así la vegetación natural que crece dentro de sus instalaciones.
En concreto, la Administración Regional propone el «fomento de la población de lagomorfos silvestres», lo que ha llevado a las organizaciones agrarias a dar la voz de alarma por las consecuencias que podría tener en los cultivos próximos a las plantas.
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