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Martes, 18 de agosto 2020, 13:41
Mejorar la rentabilidad de las explotaciones de carne de vacuno es posible, según la investigación realizada por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León -ITACyL- dentro del proyecto Reprovac.
A partir de la investigación realizada en 17 explotaciones de la Comunidad -cuatro de ... ellas de Salamanca-, el ITACyL ha obtenido información sobre reproducción, sanidad, componente racial, nutrición y manejo para, a partir de estos datos, dar pautas para lograr el aumento de la fertilidad en vacuno y alcanzar o superar la media europea, ahora del 86%. Aunque hay explotaciones en Castilla y León que llegan a alcanzar porcentajes altos de fertilidad, incluso del 96,26%, la media de los tres últimos años de las explotaciones participantes en el proyecto es del 70,3%. Para Castilla y León el sector del vacuno de carne es clave porque es la comunidad con más censo -5378.404 vacas nodrizas, el 26,9% de toda España- y, en concreto, Salamanca es la gran potencia con en torno al 50%.
Con este estudio se intenta reducir el periodo entre partos, situado ahora en 436 días para alcanzar ese 86% de fertilidad europea que para una explotación de 100 vacas supondría producir 11 terneros más al año, con un incremento por venta de terneros al destete próximos a 6.000 euros.
Para lograrlo, y después del estudio realizado, los investigadores del ITACyL consideran clave revisar las pautas de vacunación en función de las indicaciones de cada laboratorio y de los resultados de las analíticas; realizar espermiogramas y evaluar el estado sanitario y la aptitud para la monta de todos los sementales. “La presencia de un toro infértil en un rebaño, puede suponer un alargamiento del intervalo entre partos de más de tres meses, suponiendo una pérdida económica de 90 euros por ternero producido”, dice el estudio.
Además, y entre otros aspectos, recomienda no incorporar nuevos ejemplares sin tener garantías sanitarias -chequeo previo-. Asegurar un adecuado aporte vitamínico, porque el estudio ha determinado que los pastos de la comunidad son precarios en selenio, por lo que se necesita un aporte suplementario. Además se considera clave realizar un diagnóstico de gestación pasado un mes tras la cubrición o inseminación para detectar vacas vacías y repetir la cubrición. Es también “vital” realizar un registro de datos para anotar cualquier suceso que ocurra en la explotación.
En el proyecto Reprovac participan Asoprovac, las cooperativas Cobadu, Copasa y Avigase; Nutriganse, Gepisa, De Heus, Nanta y MSD-Merck y, financiado con fondos Feader, se realiza en el marco del modelo de investigación del ITACyL.
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