La apertura de Salamaq24 fue una de las más íntimas de los últimos años y por eso comenzó distendida.
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«El presidente ha venido a torear a la vaca que se ha escapado y Carlos (por el alcalde de Salamanca) y yo vamos a ser los banderilleros», bromeó el presidente de la Diputación, Javier Iglesias.
Fue la anécdota de la mañana, en la que la menor afluencia de público propició un acercamiento mayor a las autoridades, como en el caso de la pareja de visitantes formada por Jesús y Primi, que cuando salieron desde el Barco de Ávila para visitar Salamaq no se imaginaban que iban a estrechar la mano del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
«Solo lo habíamos visto por la tele, la verdad es que me ha alegrado verlo», confesó después Jesús en la nave de charolés, donde, al paso de la comitiva, uno de los enormes toros a punto estuvo de subirse encima de otro que estaba tumbado, generando cierta tensión. En esta nave Mañueco cedió a la petición de uno de los ganaderos y se hizo una foto con él. «Has salido con un careto...», se quejó su mujer después. Durante la visita todo fueron prisas hasta que a las 12:30 horas alguien decidió que hasta ahí llegaba la agenda del presidente. Desde entonces el recorrido cambió de ritmo hasta diluirse entre pinchos en el Pabellón Central al menos hasta las 15:00 horas.
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