Puede que siempre se diga lo mismo, pero no recuerdo tanta expectación por la llegada de un nuevo inquilino a la Casa Blanca desde hace mucho tiempo. Y esto es lo que hubo ayer y en los días anteriores, con la vuelta de Trump al centro del poder de la todavía primera potencia mundial: mucha expectación a la par que inquietud, que continuarán en las próximas jornadas. Por si alguien no se había dado cuenta todavía, nos encontramos ante un personaje singular. Para muestra, un botón: el baile que se marcó ayer (o más bien el intento de baile) con los Village People. Desde el punto de vista de los intereses del campo de Estados Unidos, del europeo y más en concreto del salmantino, habrá que estar atentos a tres ejes: los nuevos aranceles, el presupuesto que Trump decida destinar al sector agrario y la forma en la que se reparta ese dinero a través de la llamada Farm Bill, que está pendiente de aprobación. Respecto al primer asunto, el de la actuación de Trump en la nueva política arancelaria, si se cumple lo que ha venido diciendo en estas primera horas de su mandato, podríamos conocer varias baterías de medidas y saber así si el tiro se dirige contra productos agroalimentarios de la UE, entre ellos el porcino, que es el más importante para las exportaciones de Salamanca a territorio «yanquí».
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En los otros dos, el del dinero que destine el nuevo presidente a apoyar de forma directa a su campo y el contenido de la «Farm Bill», habrá que esperar un poco más de tiempo, pero sin perder de vista un hecho muy importante: Trump controla, no solo el poder ejecutivo desde la Casa Blanca, sino también el legislativo, ya que tiene mayoría en el Congreso compuesto por la Cámara de Representantes y el Senado. Y esto hace mucho tiempo que no se daba en Estados Unidos.
Lo que pase en ambos asuntos tendrá importantes repercusiones a medio y largo plazo para el campo europeo, incluido el español y el salmantino.
Y, volviendo a lo de los próximos días, habrá que seguir con mucha atención lo que suceda en estas semanas invernales con la cotización del dólar en su relación con el euro y también a la evolución de los mercados de materias primas, especialmente a los precios de los cereales y las oleaginosas en Chicago, para ver cómo reciben las primeras medidas de Trump.
Y eso también repercute sobre los intereses agrarios de la provincia de Salamanca, porque de la relación entre el euro y el dólar y de lo que pase en Chicago, dependerá la evolución de las cotizaciones de los cereales en la lonja salmantina, que llevan varias semanas de subida. Son tan solo otros ejemplos de la importancia que tiene lo de Trump para el campo de Salamanca, aunque no lo parezca, así, de entrada.
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