Las cabañuelas sorprenden con la peor de las predicciones para esta semana: «Si llueve mucho en enero...»

La borrasca Garoé ha puesto en alerta a Salamanca. Lo ha hecho anunciando un cambio radical en el tiempo, pronosticando un predominio de los cielos nubosos en los próximos días y una 'oleada' de precipitaciones.

De cara a los próximos días, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha anunciado una semana marcada por las precipitaciones en la provincia. Los termómetros llegarán a marcar máximas de 15ºC y 16ºC, evitando el frío intenso propio de esta época del año, pero, sin embargo, la situación cambiará en el fin de semana. Y es que las temperaturas mínimas descenderán hasta valores negativos, alcanzando los -1ºC en Peñaranda el domingo, mientras que las máximas se situarán en torno a los 12ºC.

El factor climatológico positivo de esta semana se encontrará, por lo tanto, en cómo las precipitaciones favorecerán el mantenimiento de un buen nivel en los embalses de la región. En concreto, el de Santa Teresa se encontrará al 75% de su capacidad, lo que supondrá un dato positivo para el abastecimiento de agua en los próximos meses.

El Zaragozano ha anunciado que, en los próximos días, la provincia vivirá un tiempo claro y frío, con vientos flojos y variables, aunque se espera que estos últimos, ya al final de la semana, empiecen a alterarse, empezando así un temporal de destemple y sequedad.

Por su parte, el experto en cabañuelas Manuel Briz señala que, esta semana, los vientos girarán a poniente y traerán ambiente borrascoso con nubes y agua, pero no tanto frío.

En los próximos días, tal y como estipula la previsión solar y lunar, amanecerá a partir de las 8:39 horas y anochecerá a las 18:28, mientras que, el próximo domingo, el sol saldrá a las 8:36 y se ocultará a las 18:33. Este miércoles, habrá cuarto menguante.

Para esta semana, el refranero popular pone el foco en las precipitaciones que, durante esta semana, coparán todos los focos de atención en la provincia y en cómo podrían afectar la cantidad de agua que caerá a las cosechas: «Los antiguos no querían que lloviera mucho en enero. Si llueve mucho en enero, agricultor administra tu granero».

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