Bruselas podría relajar el uso de fitosanitarios

Ante la presión de un buen número de Estados miembros de la UE, que considera desproporcionada su propuesta sobre uso sostenible de fitosanitarios, la Comisión Europea estaría dispuesta a ceder algo y relajar algunas de las exigencias contenidas en la misma, en concreto en lo que afecta a las zonas sensibles.

Hay que recordar que el proyecto de Bruselas plantea la prohibición total del uso de pesticidas en las zonas consideradas sensibles. Sin embargo, un documento preparado por la Dirección General de Sanidad de la Comisión Europea, y presentado a los representantes permanentes de la UE en Bruselas, sugiere ahora prohibir en esas zonas solo las sustancias más peligrosas y autorizar las de bajo riesgo y las utilizadas en agricultura ecológica. Además, la Comisión se ha mostrado dispuesta a reducir el ámbito de la definición de zonas sensibles, centrándose en las que se considere más importante conservar.

La Comisión Europea ha optado por relajar algo sus propuestas ante las crecientes peticiones de los Estados miembros para que presente un nuevo estudio de impacto de su propuesta sobre uso sostenible de fitosanitarios que tenga en cuenta las consecuencias de la guerra en Ucrania. La propuesta de la Comisión, que busca reducir considerablemente el uso de productos de protección de los cultivos, supondrá una disminución de la producción agraria comunitaria y muchos países consideran que habría que repensarla a la luz de los efectos de la guerra, que ha generado problemas de suministro de materias primas e insumos y una fuerte subida de su precio. Esperar a un nuevo estudio de impacto retrasaría durante varios meses los debates sobre esta propuesta, un retraso que piden algunos Estados miembros, como España, Francia y Alemania.

En el Parlamento Europeo, las comisiones de Agricultura (Comagri) y de Medio Ambiente (Comenvi) siguen peleándose para determinar cuál de ellas deberá elaborar la posición parlamentaria sobre esta propuesta. Han sido incapaces, tras varias semanas de discusiones, de llegar a un acuerdo sobre el reparto de las competencias para pronunciarse sobre la propuesta de reglamento relativo al uso sostenible de los fitosanitarios. Después de varias reuniones de conciliación y mucho intercambio de correos la decisión quedará finalmente en manos de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.

Por otro lado, ya se puede dar por hecho que la Comisión Europea prorrogará la autorización actual del glifosato en la Unión por un año, hasta finales de 2023. Un portavoz de Bruselas confirmó la intención de aprobar esta ampliación después de que los Estados miembros, en una segunda votación, no lograran una mayoría cualificada ni a favor ni en contra de la propuesta de la Comisión sobre la prórroga.

Aunque 21 países, entre ellos España, votaron a favor de la misma, una minoría de bloqueo impidió lograr esa mayoría, lo que deja la decisión en manos de la Comisión.

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