¿Bisontes en Salamanca?

Los partidarios de la introducción del bisonte europeo en España han recibido un espaldarazo científico con la publicación de un artículo en la revista «Biodiversity and Conservation», en el que se avala que el ecosistema mediterráneo es un refugio idóneo para ellos.

El bisonte europeo es de aspecto muy parecido al americano pero prefiere los bosques, de ahí que los defensores de su introducción en España lo consideren como una gran desbrozadora, ideal, por ejemplo, para la labor de prevención de incendios. Otro colectivo de científicos cuestiona, sin embargo, que el hábitat mediterráneo sea el apropiado para el bisonte europeo.

En España hay ahora 170 ejemplares y los promotores de su introducción no buscan de forma activa fincas para acoger más manadas pero sí informa a aquellos interesados de cuál es el proceso y cuál es la responsabilidad que asumen si lo hacen.

Ahora, a través de la Asociación de Bisonte Europeo, trabajan en esta reintroducción en fincas pero a partir de las 500 hectáreas, con el objetivo de que los procesos sean más naturales. En una primera fase sí apostaba este colectivo también por espacios de menor tamaño pero ahora ha cambiado por la necesidad de otro avance en la reintroducción.

Las fincas idóneas suelen ser aquellas en las que ya no hay uso ganadero. «No quitaría vacas para bisontes», señala Fernando Morán, director de la Asociación de Bisonte Europeo de España, de ahí que en principio la provincia salmantina, por su alto censo de ganado vacuno, no sea en principio candidata idónea para la reintroducción del bisonte. No obstante, esta asociación sí mantuvo contactos con el propietario de una finca que dejaba de ser ganadera y que el dueño quería mantener adehesada, con desbroces naturales. Morán reconoce que fue descartada por su tamaño, pequeño, para la idea que tienen. «Se abandonan espacios, muchos, y donde no haya uso ganadero claro, nuestro objetivo es darle todo el espacio posible al bisonte».

Los propietarios que se unen a este proyecto lo hacen por colaborar con la especie, por la gestión que realizan del espacio o con fines ecoturísticos. Con el tiempo, señala Morán, «cuando esté más boyante, habrá que gestionarla».

En espacios de 500 hectáreas plantean introducir unos 9 ejemplares y la edad y el sexo depende, en parte, de la experiencia del propietario con el ganado.

Detractores de esta reintroducción en marcha aseguran, en cambio, que en fincas «lo sensato» son vacas.

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