La subida en la Lonja Agropecuaria del precio de la paja en la sesión del lunes hasta los 50 euros/tonelada, unido a que gran parte ya está vendida desde la tierra aunque ya esté recogida y el precio de la de otras zonas, al que hay que sumar el transporte, ha hecho aumentar el interés de los ganaderos por comprar paja y han aumentado las preguntas a almacenistas.
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Hasta ahora predominaba el convencimiento de que con la mejor cosecha el precio iba a bajar pero las naves estaban vacías y hay contratos de agricultores de paja con destino a plantas de energía firmados a un precio más alto que la campaña pasada. Ahora en provincias como Palencia o Burgos, grandes productoras, los agricultores venden desde la tierra a precios muy variables, que suelen estar entre los 35 y los 60 euros la tonelada, pero sin incluir el transporte. En Burgos y Palencia sí hay mucha paja a la venta aún pero esperan su salida cuando empiece a escasear en Salamanca, que es la mayor consumidora junto a las provincias de Extremadura. En Salamanca, además de tener la mayor cabaña de vacuno de España, es elevado el censo de porcino.
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Ahora la dificultad que encuentran agricultores en las provincias de Burgos o Palencia es que el destino suele ser Cantabria y las lluvias de este año hacen que exista allí ahora abundancia de hierba, por lo que la demanda es menor a la de campañas pasadas.
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