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Alberto Cuadrado es de esos ganaderos vocacionales. Fue acabar el Bachillerato y empezar a ver cumplido su sueño. Entonces, era diciembre de 2020, se incorporó como ganadero, y con préstamos y la ayuda de la Junta de Castilla y León compró las vacas que le ... gustaban, que eran de raza limusín y parda, y se hizo con las 100 hectáreas de terreno que necesitaba en la zona de Villaseco de los Gamitos.
En junio de 2021 vivió su bautismo con los buitres y entonces perdió una vaca que acababa de parir y a su ternero. Entonces calculó la pérdida en 1.600 euros y cuando denunció los hechos ya le informaron en la Junta de Castilla y León que no había ayudas a los ganaderos que perdían animales después de un ataque de buitres.
Después de meses de vigilar el ganado los buitres se marcharon pero el pasado fin de semana volvieron y hace unas horas que Alberto denunció que estos animales le habían matado otro ternero. «Le había comentado a mi padre que no me gustaba que estuvieran tanto y al final, mira, de los dos chicos que había, me han dejado uno». El ternero tenía ya una semana y Alberto entiende que en ese momento, por el calor, el animal estaría dormido y los buitres aprovecharon para atacar. A la madre la han picado, pero vive. «Los buitres me mataron un ternero pero es que ahora tengo miedo por los otros porque tengo más para parir», señala.
La única solución que encuentra es vigilar más, estar más con el ganado. «Pero es imposible estar todo el día encima porque tengo muchos lotes de vacas y no puedes estar en todos a la vez», señala. Denuncia que lo que vive él, les ocurre a más ganaderos. «Cada vez por desgracia hay más ataques y de diferentes especies, de meloncillos, buitres, lobo, zorra...»
Y a esto se le ha unido a él la vacuna de «lengua azul». «Con la vacuna me abortó una vaca al día siguiente y en la revacunación se me murió una ternera de 5 meses. Llevo una temporada mala suerte: entre la vacuna de lengua azul y ahora estos animales, no hago terneros».
Mantiene que el sueño que empezó él hace algo más de 3 años no podría realizarlo ahora porque «ser ganadero no es rentable. Todo está muy caro y cuesta hasta encontrar paja para el ganado; luego está la vacuna y la revacuna de la lengua azul y los efectos secundarios y a eso súmale que para poder vender un ternero hay que sanearlo y pagar una tasa. Ni es rentable ser ganadero ahora mismo, ni aconsejo serlo», dice.
Con las elecciones a unos días, lo que le pide a quien gobierne es «que se ponga en nuestro lugar antes de sentarse en el despacho y decir a los agricultores y ganaderos cómo debemos llevar nuestras explotaciones ganaderos. Le diría que están matando el campo».
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