La alambrada invisible del futuro que se maneja desde el móvil

La ganadería avanza de la mano de las nuevas generaciones, inquietas y buenas conocedoras de la tecnología. En su afán por investigar nuevos métodos de desarrollar el estilo de ganadería regenerativa que Jesús Rodríguez, entre otros compañeros de profesión, lleva a cabo, el joven ganadero de 28 años incorporó hace ya un año un revolucionario sistema de vallado virtual.

Aunque en países nórdicos más avanzados, como Noruega, este sistema está ya instaurado, en España aún no se ha extendido, y precisamente de la mano de una empresa noruega, Jesús consiguió hacerse con estas mejoras para su ganado vacuno. «Se intentó con universidades españolas y no fue posible. Al final acabó por llegar por otro lado, después de tanto luchar. Nos contactaron a mí y a este grupo de curiosos ganaderos; necesitábamos una nueva tecnología como esta», asegura.

La explotación de Jesús, en Villarmuerto, terminó por ser uno de los experimentos piloto experimentales en Castilla y León. Mediante unos collares que emiten una descarga mucho menor a la de un pastor eléctrico, Jesús delimita, gracias a una aplicación móvil, el área en la que sus animales se pueden mover. Cuando se aproximan al límite el zumbido que produce el collar va 'in crescendo'. Pero no solo eso. Jesús también puede modificar a su antojo esos límites, por lo que no necesita estar físicamente en la finca.

De hecho, el joven ganadero explica el sistema mientras espera tranquilamente en el aeropuerto a embarcar en su avión para irse de viaje, una libertad que la ganadería tradicional, mucho más esclava, no permitía a sus padres.

«También supone un ahorro en materiales y mano de obra», señala. La ganadería regenerativa, así como este sistema, se basan en el respeto a la naturaleza, produciendo en ésta un impacto mínimo, con el fin de una regeneración del terreno. Además, este sistema de vallado virtual es mucho más humano con los animales, pero no por ello menos eficiente. «Es mucho más eficaz; mientras estamos hablando puedo abrirles un nuevo pedacito, sin necesidad de ir allí y mover agua u otros elementos», subraya. El pastoreo dirigido y rotacional que emplea se basa en la imitación del movimiento de animales herbívoros que viven en manada y en libertad, como sucede en la sabana. «También es mucho más productivo».

De hecho, la palabra finca no es la que Jesús emplea para su espacio de trabajo idílico, al que denomina ecosistema. Asegura, sin lugar a dudas, que el futuro de la ganadería está aquí. «Hay mucha gente que me contacta, pero aún falta concienciación con la naturaleza. Es lo que siento, no se comprende bien».

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