

Secciones
Destacamos
Con las temperaturas actuales y sin lluvia, cosechar patatas sin un riego previo se convierte en tarea casi imposible y el problema que se encuentran los agricultores es que la campaña de regadío, y con ella la disponibilidad de agua, terminó el pasado día 30. Ahora, igual que ha ocurrido otros años, si necesitan agua dependen de que la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD- haga una excepción, siempre que no hayan agotado los agricultores la cantidad asignada -6.000 metros cúbicos por hectárea se fijaron en el Tormes- y tampoco se haya superado el mínimo que debe quedar al finalizar la campaña -en el embalse de Santa Teresa se fijó en 180 hectómetros cúbicos-.
Y esta situación es la que quieren cambiar agricultores quienes, a través del presidente la comunidad de regantes de Villagonzalo, Manuel Aires, elevarán a la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD-, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la propuesta de modificar el calendario de las campañas.
En concreto, si ahora comienza el 1 de abril y hasta entonces no se puede disponer del agua de riego y finaliza el 30 de septiembre, los agricultores reclaman más flexibilidad y que se inicie el 15 de marzo y no acabe hasta el 15 de octubre. Entienden que es necesario fijar fechas por la necesidad de contratar personal pero también que ya no es solo la remolacha el cultivo que exige un riego temprano. Además advierten de que situaciones como que el veranillo de San Miguel se prorrogue más allá de una semana puede llevar a perder cosechas. «Las campañas de riego tienen que ser más flexibles en función de cómo venga el tiempo, siempre ajustándose a la dotación», señala Aires. «No puede ser que por ley comiencen el 1 de abril», añade, y argumenta que, además, con la entrada en vigor de la última Política Agraria Común -PAC- ha cambiado el mapa de cultivos en Salamanca y, con él, las necesidades de riego.
«Antes un 80% se sembraba de maíz, un poco de patata y algo, de trigo. Pero ahora el mapa cambia radicalmente y se siembra colza, guisantes... y hay que tener disponibilidad de agua», explicó el presidente de la comunidad de Villagonzalo. Con esta propuesta sería el agricultor, en función de la dotación asignada de agua para la campaña por la CHD, quien planificaría riegos para cubrir las necesidades de cultivos.
Ahora hay comunidades, como precisamente la de Villagonzalo, que han conseguido una prórroga para regar hasta el 15 pero es una negociación «individual». La situación del embalse de Santa Teresa lo permite porque contenía ayer 46 hectómetros más (en total 226) del mínimo fijado para el fin de campaña (180).
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.