Imagen del radar de la DGT en la zona de Buenos Aires de Salamanca. ARCHIVO

Frenar antes de llegar a un radar no sirve para evitar multas

A los pocos metros del cinemómetro podría haber otro radar que te ‘cazaría’ al volver a acelerar

Viernes, 12 de marzo 2021, 13:38

Ver un radar y pisar inmediatamente el pedal del freno es algo intuitivo para evitar ser cazados al llegar al cinemómetro. Una vez sobrepasado lo normal es que los conductores vuelvan a acelerar.

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La DGT se ha empeñado en detectar a estos conductores que aceleran inmediatamente por lo que se ha inventado un sistema llamado ‘doble radar’ o ‘radar en cascada’. Consiste en colocar un radar portátil a continuación del radar fijo. De este modo, cuando los conductores vuelven a pisar el acelerador después de haber pasado el primer detector son captados por la segunda cámara. Este es una de las novedades de la propia DGT, que también añade nuevas normas y multas.

Incluso, hay que tener mucho cuidado porque si un agente detecta que damos un frenazo justo antes de un radar, aunque logremos evitar hacer saltar el radar podría existir una multa ya que se trata de una maniobra peligrosa que provocar accidentes en cadena.

Salamanca ha añadido un nuevo radar en estos meses del 2021 que rotará por las distintas cajas de la ciudad. Una de estas cajas se ha colocado en el nuevo paseo de la Transición, que conecta el paseo de San Vicente con el puente de la Universidad. Precisamente, cercano al accidente que tuvo lugar este miércoles donde una mujer cayó desde unos 15 metros de altura tras cuadruplicar la tasa de alcoholemia.

Existen varios tipos de radares en España:

Pórticos: Estos equipos suelen ser radares propiamente dichos: una antena emite una señal, esta «rebota» contra el vehículo en movimiento y regresa a la antena.

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Postes: En su mayoría son del tipo radar, pero también los hay del tipo láser. Ubicados en el lateral de la vía.

Cabinas laterales: Pueden ser radares y cinemómetros láser. Estos últimos «disparan» varios haces de luz transversales a la calzada. Cuando un vehículo en movimiento los interrumpe, el dispositivo calcula su velocidad. Ambas tecnologías pueden controlar varios carriles en un mismo sentido de la circulación.

Vehículos: Instalados en vehículos patrulla, son operados por agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las policías locales, y pueden ser utilizados tanto en estático como en movimiento.

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Trípode: Situados en el margen la vía y operado por agentes.

De tramo: Constan de dos o más cámaras de visión artificial con sincronismo horario. Situadas en ambos extremos de un tramo de carretera de varios kilómetros, reconocen las matrículas de cada vehículo al principio y fin del tramo y calculan su velocidad media, sancionando a los que superan el límite de tramo. Este tipo de radares registran velocidades medias mantenidas, no puntuales. Desde 2015 también operan en carreteras secundarias. Actualmente hay 62 radares de tramo operativos.

Pegasus: Helicóteros equipados con el radar «Pegasus» vigila las carreteras desde el aire, en coordinación con los Centros de Gestión y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

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