Sábado, 5 de diciembre 2020, 15:41
“La lástima es que no tenía un martillo para haber roto el cristal y llevarme algo, así de claro”, sentencia el jubilado
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Después de que su mujer fuese presuntamente estafada por una clínica dental en Barcelona, este hombre no tuvo otra opción que, spray en mano, grafitear el escaparate de la empresa. ‘Chorizos’, esa fue la palabra elegida para expresar su enfado. Al parecer, habían cobrado hasta en dos ocasiones un mismo tratamiento a su mujer sin que ella lo recordase, ya que según cuenta su nieto en declaraciones a La Sexta, “tiene un problema de memoria muy serio” y no recordaba ni las llamadas telefónicas.
Sin embargo, lo que no tenía previsto este anciano es que fuese pillado ‘in fraganti’ por un transeúnte y que su vídeo se volviese viral en muy poco tiempo. Hace un par de semanas, y sin que todavía les hubiesen devuelto el dinero, le pareció “una buena idea” relata. “Como no nos van a devolver el dinero, la lástima es que no tenía un martillo para haber roto el cristal y llevarme algo, así de claro”, afirma.
Ante todo lo ocurrido, su nieto ha defendido en Twitter que su abuelo “sabe que la lucha siempre está en la calle” y que “siempre ha sido un poco así, no es nuevo”, cuenta al medio. Sin embargo, ninguno de sus familiares ha sido conocedor de sus intenciones hasta que el vídeo no se ha hecho viral en redes sociales.
Frente a todo este revuelo, la familia no teme a las posibles consecuencias de los actos y agradecen el apoyo que está recibiendo, pero, a día de doy, la mujer sigue sin poder solucionar sus problemas bucodentales.
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