El truco económico para limpiar la vitrocerámica y quede reluciente

La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos más expuestos de la cocina, ya que la mezcla de ingredientes sobre la zona se agudiza con las machas y restos de alimentos, las salpicaduras, el aceite... forma capas de suciedad que se pegan con el calor residual que desprenden los fuegos.

Otro aspecto fundamental para mantener limpia este espacio es la utilidad: es el lugar donde manipulamos los alimentos que posteriormente van a ser consumidos en nuestras comidas y por ello es obligatorio que esté siempre higiénica y libre de bacterias que luego pueden terminar dentro de nuestro organismo, pero a todos en algún momento nos ha dado pereza limpiarla.

Un truco ingenioso e infalible contra las machas sería extender por la zona una mezcla homogénea de bicarbonato (una cuchara sopera) con un vaso de 300 ml de agua.

Una vez extendida por toda la superficie, encender los fuegos hasta que el líquido entre en estado de ebullición, siendo las pompas las que nos avisarán de que la mezcla ya está en estado óptimo para añadir el tercer ingrediente: un vaso de vinagre. (consulta nuestro artículo en el que repasamos el poder del vinagre en la limpieza de la casa).

Esta mixtión quedará actuando durante unos minutos juntos al calor de los fogones y como recomendación, con la campana extractora encendida, para evitar que el olor se propague por toda la casa.

Por último, se apaga el fuego y se frota bien, aunque ten cuidado con los posibles quemazos. Con esto desaparecerán todas las manchas, por muy agarradas que parezcan estar.

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