Miércoles, 19 de enero 2022, 21:03
Cuando el frío aprieta, es fundamental revisar el funcionamiento de los radiadores de la casa, un hábito fundamental que ayuda a evitar que aparezcan humedades. Además, la acumulación de aire en los conductos puede hacer que la emisión de calor no sea homogénea y que aumente la factura de la luz.
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Algunos aparatos tienen un sistema de purgado automático, pero otros necesitan que esa acción se haga de manera manual. El primer paso es comprobar si los conductos del radiador producen ruidos similares a los gorgoteos. En caso de que así sea, con la calefacción apagada, se coloca un recipiente bajo la llave, que se puede girar con un destornillador, para recoger el agua del purgado.
Con el radiador abierto, el aire saldrá junto al agua, que probablemente huela mal por el efecto del tiempo. Y una vez que el agua fluya de manera uniforme, el purgado estará completado.
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