Enclave de los baños de Cordero en los cañones del Tormes. FOTOS: PABLO MONTES

El mágico paisaje del Tormes antes de decir adiós

Los cañones que forma el río antes de su desembocadura en el paraje de Ambasaguas son uno de los rincones más desconocidos de las Arribes

Martes, 6 de octubre 2020, 13:51

No es el río indomable que, en época de lluvias, golpea con furia el paisaje granítico de Puente del Congosto. Tampoco es el imponente y calmado que sirve de reflejo para las catedrales y el Puente Romano de Salamanca. Es un río mermado y casi ... convertido en un arroyo por el freno que ejerce la imponente presa de Almendra. Sin embargo, el Tormes ‘muere matando’. Regalándonos un arrebatador paisaje que forma parte del parque natural Arribes del Duero y que ejerce como límite entre las provincias de Salamanca y Zamora. Hablamos de los cañones del Tormes. Las particulares arribes que el río nos brinda antes de entregar sus aguas al Duero en el paraje de Ambasaguas en Villarino de los Aires.

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Una buena forma de conocer los cañones del Tormes es realizar la ruta de senderismo circular del mismo nombre que tiene su punto de origen y destino en la localidad zamorana de Fermoselle. Perfectamente señalizado, el sendero se adentra en la zona que sufrió las consecuencias del devastador incendio de agosto de 2017, pero que se ha ido regenerando con el nacimiento de nuevas encinas. Recorridos seis kilómetros, la ruta alcanza el río Tormes junto al puente de San Lorenzo. En este punto comienzan las emociones fuertes del itinerario. El sendero toma altura para divisar un paisaje granítico donde los buitres han encontrado cobijo y que conserva los restos de los cultivos en bancales de olivos y vides que surtían a las gentes de Fermoselle. Uno de los puntos álgidos es la bajada a los baños de Cordero. Una pequeña playa fluvial de fina arena que esconde un manantial de aguas sulfurosas apreciado por los romanos. El sendero vuelve a remontar para despedirse del Tormes encajonado y enfilar el regreso a Fermoselle por caminos de concentración parcelaria.

Los que opten por no realizar la ruta de senderismo al completo y asomarse de una forma más calmada a los cañones del Tormes, pueden desplazarse en coche hasta el puente de San Lorenzo, la construcción que marca el límite entre Salamanca y Zamora. Después de descender por el llamado puerto de La Cicutina por la carretera que une Trabanca con Fermoselle, dejaremos el vehículo y caminaremos por el sendero GR-14 de la Senda del Duero en dirección oeste. El sonido del Tormes deslizándose rumbo a su desembocadura será la mejor banda sonora para apreciar un paisaje desconocido para muchos y repleto de encanto. Junto al puente de San Lorenzo, construcción sobria de cinco arcos y sillares de granito, hay una pequeña playa fluvial que es un remanso de paz en cualquier época del año.

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