Tres novillos excelentes y uno para levantar dolor de cabeza. Tres astados de triunfo y uno para comprobar el valor y las ganas de un torero. Uno de calidad superlativa abrió plaza, le siguió otro de enorme nobleza pero de fuerzas al límite. El tercero exigió firmeza, mando y disposición para extraer y aprovechar el depósito de bravura a veces efervescente. Con la novillada lanzada salió el que no quiso cuentas con nadie, arisco, incierto, incómodo, de corto recorrido y ninguna buena intención. Ese sirvió para despertar la monotonía que se apoderó de la función porque ninguno hasta entonces se había atrevido a abrir la caja de los truenos. Tremendamente solvente, sobrado, Víctor Hernández anduvo a gorrazos con el almibarado primero al que toreó a placer. Le hizo muchas cosas, variado, asentado y con tremenda soltura pero le faltó conexión con el público.
Publicidad
Apostó siempre por la pureza Jorge Molina, pero acabó sumando demasiados muletazos en una faena muy larga y que al final dijo poco. Valentín Hoyos le puso pundonor y ganas al bravo tercero. Se quedó ahí. Le faltó darle más importancia, embarcarlo, poderle y exigirle para contrarrestar la bravura de su oponente que no siempre tuvo en la mano y por eso a veces pasó más fatigas. Así, el único que salió en novillero fue el debutante Jarocho, que lejos de amilanarse y esconderse ante las dificultades de su primer utrero, no le importaron las miradas, tampoco las volteretas, le dedicó mucho tiempo buscando cómo meterle mano y al final dejó la sensación de arrojo, valor y, sobre todo, de querer. Y no fue poco.
Se lidiaron 4 utreros de Montalvo, de buena presencia, y gran juego en conjunto, a excepción del 4º que fue muy complicado. Excelente la calidad del 1º, noble el 2º; y bravo el 3º.
Víctor Hernández (grana y oro). Estocada —dos orejas tras aviso—
Jorge Molina (turquesa y oro). Estocada tendida —oreja tras aviso—
Valentín Hoyos (frambuesa y oro). Trasera y caída —dos orejas—
Jarocho (gris y oro). Debut con picadores. Estocada atravesada que hace guardia y descabello —dos orejas—
Valentín Hoyos fue atendido al finalizar la novillada en la enfermería de la plaza de toros de una herida sobre sano en el tercio medio, cara interna, del muslo derecho, con trayecto hacia adentro de 12 centímetros que llega a la cara interna del fémur con arrancamiento de colateral directa de vena femoral. Pronóstico grave.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.