El Juli fue el padrino de la alternativa de Tomás Rufo, con Manzanares de testigo, este domingo justo hace un año en el doctorado del torero de Pepino (Toledo), la gran revelación de la temporada, el torero que encabeza la nueva hornada de los jóvenes dispuestos a tomar el relevo de las principales figuras del momento.
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Aquel 11 de septiembre de 2021 Rufo entraba en el escalafón superior en una tarde triunfal en la que logró desorejar a los dos toros de su lote, precisamente con el hierro de Garcigrande, la misma que lidia esta tarde el toledano en su presentación como matador en La Glorieta. Jamás ha toreado en este escenario, jamás se ha sentado siquiera en sus tendidos.
El bagaje de Rufo en Salamanca se reduce a su participación en el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo en su etapa como novillero sin picadores, en 2016, cuando quedó cuarto clasificado del certamen. Volvió a Miróbriga el pasado mes de febrero, ya como matador de toros, y como sustituto de Cayetano, en uno de los festivales taurinos de las figuras, en el que desorejó a su novillo.
Tres meses después debutó como matador de toros en la provincia, toreando la corrida de toros en Alba de Tormes. Cuatro orejas en el mano a mano con Alejandro Marcos. Igual que en el doctorado, en esas dos citas de este año en territorio charro las reses fueron de Garcigrande. Como las reses de las cuatro orejas que cortó en Castellón, como las dos de la puerta grande de su confirmación en San Isidro o como las dos orejas de Granada.
En Pontevedra, Cuenca, Casas Ibáñez (Albacete) y Palencia se repitió el cartel este año de El Juli, Manzanares y Tomás Rufo. En Castellón, Sevilla, Madrid, Nimes, Granada, Burgos, Palma de Mallorca, Huesca, Pontevedra, Almería, Cuenca, Bilbao, Casas Ibáñez y Palencia son las catorce tardes en las que Rufo ha toreado este año con El Juli, que se ha convertido este año en su gran protector. Apoderados ambos por la casa Lozano, unos de los mejores. El planteamiento, la preparación y la puesta en escena ha sido perfecta. El torero luego ha respondido a lo grande para convertirse en uno de los nombres del año.
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El Juli vuelve a Salamanca después de la ingrata Feria del año pasado, donde se le atragantó la apuesta con los Galache y donde no hubo el triunfo casi acostumbrado con los toros de Garcigrande. Justo antes de la pandemia, la Feria de 2019 firmó una tarde pletórica de cuatro orejas, botín que solo consiguió en esta plaza en el ciclo de 2001, entonces con los toros de Carmen Lorenzo.
La de este domingo será la décimo cuarta actuación de Manzanares en La Glorieta, donde a pesar de haber logrado solo una vez salir por la puerta grande, ambos, La Glorieta a Manzanares y Manzanares a La Glorieta, se deben una gran tarde. El alicantino llega a Salamanca en una temporada gris en la que no ha terminado de abrir la caja de los truenos.
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