Volvieron los toros de Galache a La Glorieta en el desenjaule y con ellos las estampas de tiempos pretéritos y que antaño dieron fama a este espectáculo. Salidas espectaculares del camión y peleas en el ruedo que al principio hicieron las delicias pero rápido se tornaron en tragedia y despertaron algunas protestas. Terminaron con un toro que tuvo que ser apuntillado en la arena del propio coso, de la misma manera que ocurrió en el último desenjaule con toros de esta ganadería, en 1995. Los tres primeros toros de Galache se declararon la guerra en el ruedo y la lucha ya fue sin tregua.
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El toro berrendo en colorado más despampanante y serio, el número 37 y de nombre Agresivo se llevó la peor parte y tuvo que ser arrastrado del ruedo por las mulillas, una vez apuntillado y retirados los dos toros a los corrales. Uno de ellos también con el pitón derecho partido por la cepa e inutilizado ya para la lidia. Ante tal desaguisado, la empresa optó por desenjaular el resto de la corrida, los tres restantes, de uno en uno, en una laboriosa faena que se prolongó durante casi una hora.
Antes se había desenjaulado una entipada y variada y desigual corrida de Nuñez del Cuvillo (para mañana con Chaves, Manzanares y Roca Rey); una imponente, honda y muy seria corrida de toros de Montalvo (sábado, con Ferrera, Urdiales y Emilio de Justo) y una ofensiva, seria y cuajada novillada de Puerto de San Lorenzo (viernes, con Antonio Grande, Diego San Román y Manuel Diosleguarde).
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