Viernes, 29 de mayo 2020, 19:42
‘Sálvame’ sigue incumpliendo la máxima de que el periodista nunca puede ser el protagonista de la noticia. Tratándose de un estercolero donde cada día los colaboradores se embadurnan más de basura, no es de extrañar. Después de que toda España hablara durante semanas ... del caso de Alfonso Merlos y Alexia Rivas y la supuesta infidelidad del colaborador de televisión estaba claro que Sálvame iba a intentar conseguir un nuevo caso de infidelidad. Está claro que los cuernos funcionan. Tanto que en el programa de la Fábrica de la Tele hasta se llegaron a inventar una “habitación” de los ciervos decorada con numerosas cornamentas y por las que pasaban, uno tras otro, todos los que habían sufrido alguna infidelidad. Una sala por la que llegó a pasar hasta Rafa Mora a pesar de que su novia (en esta ocasión) no le había puesto los cuernos.
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Lo cierto es que este viernes ‘Sálvame’ ha empezado con lo que los propios productores del programa calificaron como una “bomba”. Se trataba de un supuesto caso de infidelidad del que se prometió dar más datos a lo largo el programa y que, en teoría, afectaba a una colaboradora del formato de Telecinco.
‘Sálvame’ ha ido ganando presencia en la parrilla de Telecinco. Después de años tratando la información del corazón en la principal cadena de Mediaset esta cadena ha llegado incluso a absorber el concurso de las ocho de la tarde después de la cancelación judicial de ‘Pasapalabra’.
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