El concurso de Pasapalabra vuelve a ser objeto de polémica, al igual que en el pasado estuvo en el punto de mira por el trato al salmantino Javier Dávila, esta vez es debido a la situación del pasado viernes, cuando los dos concursantes que se enfrentan en el rosco final, el salmantino Javier Dávila y Pablo Díaz, protagonizaron uno de los momentos más aburridos del programa.
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A falta de 44 segundos para el final de su rosco, Javier conseguía 22 aciertos y se quedaba a tres del bote acumulado, que asciende a 1.654.000 euros. Pablo Díaz conseguía empatar al salmantino con 22 aciertos a falta de 51 segundos.
En este momento comenzó el tiempo de estrategia de ambos jugadores, que fueron pasando el turno alternativamente ‘pasando palabra’, alargando la duración de estos escasos 2 minutos de juego hasta los 15 minutos.
Al final, los dos participantes quedaron empatados con los 22 aciertos ya que ninguno quiso arriesgar, pudiendo conseguir un nuevo acierto que le hiciese ganar el programa o por contrario, fallar y tener que sentarse en la silla azul al siguiente programa, donde se juegan la permanencia en el programa en un duelo con un nuevo aspirante.
Los seguidores del programa han criticado este tipo de actuaciones y tácticas, que hacen que el programa pierda el dinamismo, sobre todo en su tramo final que es el momento de más audiencia.
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