Martes, 7 de marzo 2023, 23:48
Parece cosa de un pasado lejano, pero en realidad es bastante reciente. Cuando Sandra López comenzó su andadura en el mundo forestal como bombera, tuvo que irse a Segovia para que la aceptaran: “El hecho de ser mujer se notó sobre todo al principio, en mi primer año. No querían contar con chicas”, relata. Esa discriminación quedó atrás, y nunca la sufrió en Diputación, aunque sigue siendo una mujer en un mundo tradicionalmente de hombres: “Ahora mismo soy la única en la cuadrilla”.
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Asegura estar “encantada” con su trabajo como bombera en Ciudad Rodrigo, y con el apoyo de sus compañeros. Durante su trayectoria siempre se notó ese cariz de predominancia masculina: “En el curso solo había cuatro chicas de los treinta que éramos en total”. Entre los niños siempre fue habitual la respuesta “bombero” ante esa típica pregunta de “¿qué quieres ser de mayor?”. No tanto entre las niñas.
Sandra tuvo clara su pasión desde pequeña, una devoción que incluso chocaba en su círculo de amistades. “Siempre quise hacer esto”. La profesión, sujeta a condiciones físicas, frena a muchas mujeres. “Tienen más fuerza, pero todo es entrenar; ese factor no tiene que ser limitante”. Y no lo ha sido. Ella misma ha servido de inspiración a otras mujeres, que se acercan para pedirle consejo sobre la preparación y demostrar su valía.
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