La sangre, que estaba en el barco, es del padre de las niñas desaparecidas en Tenerife

Los restos de sangre hallados en el barco de Tomás Gimeno no pertenecen a sus hijas, Anna y Olivia, sino a su padre. Así lo ha confirmado el Laboratorio de Criminalística, que de esta forma aporta un dato clave en la investigación de la desaparición el pasado martes de las dos niñas de 1 y 6 años y de su progenitor, según ha adelantado la RTVC.

Este lunes, las pesquisas han continuado en la finca de Tomás Gimeno, donde agentes de científica de la Guardia Civil entienden que el padre acudió con las pequeñas, tras pasar por casa de los abuelos y antes de ir a la Marina de Santa Cruz, donde tenía amarrado el barco.

La Guardia Civil podría haber hallado indicios de que, el hombre, de 38 años, pudo haber matado en ese escenario a las niñas.