La Audiencia Provincial de Salamanca acogerá a finales del próximo mes el juicio. ARCHIVO

La ‘casa de los horrores’ de Salamanca. En el banquillo por casarse con una niña, encerrarla, obligarla a tener sexo a diario y quemarla con un soplete

Vecino de la comarca de Peñaranda, se enfrenta a 36 años de cárcel por contraer matrimonio con la menor de 12 años, llevársela a casa y someterla a todo tipo de vejaciones y malos tratos

Viernes, 26 de agosto 2022, 10:38

La Fiscalía de Salamanca solicita una condena de 36 años de prisión y más de 50.000 euros de indemnización para un individuoacusado de casarse por el rito gitano con una niña de 12 años, sabedor de su edad, y llevársela a vivir con él y con su familia a una pequeña localidad de Peñaranda, forzándola durante meses y casi a diario a mantener relaciones sexuales con él, llegando a pegarle el mismo día de Nochebuena y a quemarla con un soplete por distintas partes del cuerpo a diario con el fin de dejar patente su posición de dominio. La Audiencia Provincial de Salamanca ha señalado el juicio contra M.L.B. para los días 27, 28 y 29 de septiembre.

Publicidad

Según recoge el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso LA GACETA, el acusado, de 21 años de edad en la actualidad y sin antecedentes penales, se casó a finales de septiembre del año 2020 por el rito gitano con la menor tras formalizar un acuerdo con el abuelo de la pequeña que tenía entonces 12 años, y que le fue entregada pese a conocer su edad. Se la llevó entonces a vivir a su domicilio junto con el resto de su familia.

A partir de entonces y hasta el 27 de diciembre de 2020, recoge el escrito de la Fiscalía, M.L.B., con intención de saciar sus libidinosos instintos, mantuvo relaciones sexuales con la niña sin el consentimiento de esta y prácticamente a diario.

El 24 de diciembre de ese mismo año, entró en la habitación que compartían, y dado que ella estaba durmiendo en la cama, con intención de menoscabar su integridad física y dejar patente su posición de dominio, le propinó un puñetazo en el ojo para tirarla al suelo y quedarse él con la cama. Como consecuencia de ello, la menor sufrió un hematoma en el párpado superior derecho.

Asimismo, durante todo el tiempo que duró la relación sentimental, con idéntico ánimo de menoscabar su integridad física y dejar de nuevo clara su posición de superioridad, la quemaba con un soplete en diferentes partes del cuerpo y a diario. Esta acción reiterada dejó a la menor heridas y cicatrices por todo el cuerpo.

Publicidad

La pequeña precisó para su curación de tratamiento médico por las quemaduras, algunas de ellas infectadas, quedándole como recuerdo ocho cicatrices en distintas partes del cuerpo.

Asimismo, el acusado, con ánimo de menoscabar la dignidad de la menor como ser humano y como mujer, durante esos tres meses, la dejaba encerrada en la habitación y apenas le permitía salir por motivo de sus celos. Solo la dejaba audentarse del cuarto para asearse una o dos veces por semana y únicamente le dada de comer una vez al día.

Por si todo ello fuera poco, la insultaba y la obligaba a dormir en el suelo, le cortó el pelo sin su consentimiento -una actuación muy ofensiva para la cultura gitana- y en una ocasión le tiró un cubo de agua por encima.

Publicidad

Durante la convivencia, concluye el Ministerio Fiscal, y para que la familia de la menor no pudiera ser consciente de la situación en la que esta se encontraba, cuando hablaba con ellos por teléfono, M.L.B. le ponía un cuchillo en el cuello para que no contara nada, causándole un grave temor.

012: Teléfono de información a la mujer Castilla y León

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad