Jueves, 21 de abril 2022, 22:57
El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca ha dejado visto para sentencia el juicio seguido contra el detenido en diciembre de 2019 por asestar un golpe en la cara a un menor de edad que a punto estuvo de perder un ojo. Una agresión que se produjo, según mantienen la Fiscalía y la acusación particular, de forma deliberada y con intencionalidad, y por la que ahora piden al acusado, el salmantino M.N.M., tres años y seis meses de prisión, respectivamente, además del pago de una indemnización que llega a los 81.000 euros.
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Los hechos de los que se le acusa tuvieron lugar el 5 de diciembre de 2019 de madrugada, alrededor de las 03.15 horas, en plena Plaza Mayor. La víctima, procedente de Huesca y que tenía entonces 17 años de edad, se encontraba en Salamanca de viaje de estudios con sus compañeros de colegio, cuando se dirigieron al acusado, de 25 años y que estaba con otros amigos, para preguntarle dónde estaba una conocida discoteca de la ciudad.
Estos les acompañaron hasta el local y cuando todos ellos transitaban por la Plaza Mayor, según mantienen las acusaciones,M.N.M. lanzó a la víctima, de forma violenta, sorpresiva y a corta distancia, un vaso de cristal que le impactó en la cara.
A causa del golpe, el menor sufrió gravísimas lesiones en el ojo izquierdo, que estuvo a punto de perder si no fuera por las dos operaciones quirúrgicas a las que fue sometido: la primera de urgencias, esa misma noche, en el Hospital de Salamanca y la segunda tiempo después por algún cuerpo extraño que le había quedado en el ojo.
Según informan fuentes del caso a LA GACETA, en el juicio celebrado este miércoles, el acusado solo respondió a las preguntas de su abogado, que mantiene que su cliente no tuvo intención de provocarle daño.
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En sus informes finales, la representante de la Fiscalía y el letrado de la acusación particular solicitaron una condena por un delito de lesiones agravadas, que recoge el artículo 148 en su apartado primero: “Si en la agresión se hubieren utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica, del lesionado”. Delito por el que la Fiscalía solicita tres años de cárcel y la acusación particular tres años y seis meses, además del pago de la responsabilidad civil.
Mientras tanto, la defensa insistió en que las lesiones no fueron dolosas, sino por imprudencia, y solicitó además a la juez que en este caso se estime la concurrencia de dos atenuantes: adiccional al alcohol y confesión. Tras ello, solicitó una condena de 900 euros de multa o en el caso de que no se considere una de las dos atenuantes, seis meses de prisión.
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Tras ello, el juez concedió el último turno de palabra al acusado, que se remitió a lo dicho por su abogado sin más, quedando de este modo visto para sentencia el procedimiento.
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