R.A.S.M. durante el juicio celebrado a principios de año en la Audiencia provincial ARCHIVO

El peruano condenado en Salamanca a cuatro años de cárcel por abusos, libre y en Lima

El estudiante que penetró a una joven privada de sentido en la Nochevieja Universitaria de 2018 no está en prisión: se le ha concedido la sustitución de la pena por la expulsión del país

Lunes, 20 de diciembre 2021, 08:50

El estudiante peruano que en abril de este año fue condenado a cuatro años de prisión por la Audiencia Provincial de Salamanca por penetrar a una joven en la Nochevieja Universitaria de 2018 en un momento en que esta privada de sentido debido a la ingesta de alcohol, no ingresará en prisión: la Justicia le ha concedido la sustitución de la pena por la expulsión del país por un tiempo de 10 años. Así, el viernes R.A.S.M. cogió un vuelo a Lima, donde reside en libertad.

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Según ha podido saber LA GACETA, desde que la Audiencia Provincial le condenara a los cuatro años de prisión, así como el pago de 10.445 euros por las lesiones, secuelas y daños morales, el alto tribunal salmantino acordó el 16 de junio de 2021 conceder la solicitud de expulsión interpuesta por el abogado de R.A.S.M., una decisión que fue apelada por las partes y que ahora ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL).

No fue considerado una violación porque el varón no usó fuerza para superar el consentimiento de la víctima, según el juez

Y lo hace, tal y como se argumenta en el auto, a tenor del artículo 89 del Código Penal, que prevé la sustitución por expulsión de todas las penas superiores a un año de prisión impuestas a extranjeros, siempre que no rebasen los cinco años de cárcel. Además, el TSJCyL entiende que no se da el supuesto que ampara la excepción a este artículo, es decir, el cumplimiento parcial de la condena en España sin perjuicio de la posterior expulsión, pues considera que “no resulta necesario dicho cumplimiento para asegurar la defensa del orden jurídico y restablecer la confianza en la vigencia de la norma infringida”. “No dudamos de la gravedad del hecho por el que se ha producido la condena (...) pero también ha de tenerse en cuenta que concurren circunstancias que permiten considerar que dicha gravedad se encuentra mitigada por circunstancias tales como la embriaguez del condenado y la reparación parcial del daño”, pues consignó 5.000 euros antes del juicio.

Cabe recordar que aunque el Ministerio Fiscal acusaba al peruano de un delito de agresión sexual y solicitaba para él una pena de 10 años de prisión, finalmente la Audiencia Provincial le condenó a cuatro años de cárcel al entender que hubo abuso con acceso carnal, pero no violación, porque el estudiante no usó fuerza o intimidación para superar el consentimiento de la chica, algo que tampoco era necesario porque esta se hallaba sin sentido por la ingesta de alcohol. Como hechos probados, la sentencia recogía que la joven vivía en la calle Varillas con otras estudiantes. El 13 de diciembre de 2018, con motivo de la Nochevieja Universitaria, salió con una compañera tras haber consumido alcohol. Coincidieron en un supermercado con un grupo de compatriotas, con los que regresaron al piso. Luego fueron a un bar y al encontrarse la víctima muy afectada por el consumo de alcohol, su compañera, junto con el acusado y tres varones más, la llevaron al piso y la dejaron en su cama, vestida y tapada con una sábana. Unos volvieron a salir y otros —la víctima y el ahora condenado entre ellos— se quedaron en el piso. R.A.S.M. aprovechó que esta estaba inconsciente para, con ánimo de satisfacer sus impulsos sexuales y sin usar fuerza, penetrarla vaginalmente.

“Solo la ayudé a recomponerse”

R.A.S.M. declaró en el juicio que tenía vagos recuerdos de aquel día, que había consumido alcohol y drogas, y rechazó haber mantenido sexo con la joven. Según explicó, fue a la habitación de esta, a la que momentos antes habían dejado él y otros amigos en la cama porque se encontraba mal por la ingesta de alcohol, pero solo para “darle un vaso de agua, tras lo que ella vomitó, y ayudarla a recomponerse”.

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“Recuerdo su cara a un palmo de la mía”

La víctima, que reconoció que ese día iba muy bebida, narró lo que recordaba, cómo se sintió cuando se despertó, completamente desnuda, rodeada de vómito y con dolores en la zona genital, así como con hematomas en el pecho. Aunque afirmó que tan solo tiene “flashes”, recuerda que tenía la cara de él muy cerca de ella, a un palmo.

Los forenses: “Hubo contacto genital”

En los estudios realizados, señalaron los forenses, aparecieron restos biológicos y de esperma en zonas vaginales. Además, en el varón se hallaron restos compatibles con la joven. Lo que evidenciaría que “hubo un contacto genital entre acusado y víctima”.

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