Miércoles, 19 de mayo 2021, 21:38
El acusado de provocar un virulento incendio en un camión cargado con más de 17 toneladas de paja en el mes de junio de 2015 en pleno centro de Vitigudino, un joven zamorano que sufre un retraso mental y que en el momento de los hechos tenía 31 años, reconoció ayer durante el juicio su autoría. “Es cierto”, dijo, a lo que añadió que lo hizo tras salir del piso compartido para personas con discapacidad en el que residía para dar un paseo por el pueblo. “Cuando vi el camión, le prendí fuego con un mechero amarillo que llevaba”, declaró.
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“¿Por qué le prendió fuego?, le preguntó entonces la fiscal, a lo que el joven manifestó: “Porque entonces consumía porros y me cambió la personalidad”. Cuando empezó a arder la paja, añadió, se fue, sin más, “a dar un paseo por el pueblo”.
La Audiencia Provincial acogió este lunes el juicio contra el presunto pirómano, J.C.O., quien desde un primer momento reconoció ser autor del aparatoso incendio tanto ante los agentes de la Guardia Civil como en el Juzgado de Instrucción de Vitigudino, llegando a ingresar en prisión provisional cuatro meses por estos hechos.
El joven reconoció que hace años ya había sido condenado por quemar unos contenedores en su ciudad de origen, Zamora: “Pero eso ya lo cumplí”. Negó sin embargo su autoría respecto al incendio de otro camión en Vitigudino el 25 de febrero de 2015, por el que también fue preguntado. Reconoció que efectivamente tenía fotos en su móvil de ese incendio, como la Guardia Civil comprobó tras su arresto, pero aseguró que él no participó en el mismo -curiosamente en poco espacio de tiempo hubo tres incendios intencionados de camiones en Vitigudino, uno de ellos no se denunció-.
El acusado, que llegó a Vitigudino tras haberle sido impuesta además una orden de alejamiento de su familia debido a su comportamiento agresivo, aseguró que su actitud también se debía a que “estaba metido en tema de drogas”, “Tenía problemas porque consumía, me comportaba mal con mi familia, me ponía agresivo”, dijo, para a continuación y en reiteradas ocasiones manifestar que ahora está “muy a gusto, muy contento, más tranquilo...” en otro centro de Palencia a donde le enviaron tras salir de la prisión de Topas con motivo del incendio del camión que sembró la alarma en Vitigudino y provocó numerosos daños.
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En sus informes finales, la fiscal y el letrado de la acusación particular solicitaron para J.C.O. tres años de prisión por un delito de incendio sin peligro para la vida, en el que concurren las atenuantes de piromanía, dilaciones indebidas y el estado de salud mental del acusado. Le piden además 3.240 euros de multa y más de 80.000 euros en concepto de indemnizaciones.
Por su parte, el letrado de la defensa pide que en el caso de su cliente se estime una eximente total por su estado de salud mental, de manera que no se le puede condenar porque no era responsable de sus actos.
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La Audiencia Provincial dejó así visto para sentencia el procedimiento tras cinco horas de juicio y el tribunal deberá determinar si hay responsabilidad civil subsidiaria por parte de la Junta o del centro de atención a personas con discapacidad del que dependía el piso en el que residía el acusado.
En su último turno de palabra, J.C.O., volvió a insistir en que a día de hoy se encuentra muy a gusto en el centro de Palencia en el que está y pidió al tribunal que le dejen continuar ahí.
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