Dudas y certezas de la desaparición de las niñas de Tenerife

Se cumplen más de dos semanas desde que se supo por ultima vez de Anna y Olivia, las dos niñas que desaparecieron con su padre el pasado 27 de abril. El suceso ha conmocionado al mundo entero por la desesperación de la madre por encontrar a las pequeñas de uno y seis años.

La investigación, que sigue bajo secreto de sumario, no ha permitido conocer muchos detalles nuevos, pero la preocupación por encontrar a sus hijas ha llevado a la madre a difundir nuevos vídeos de las pequeñas por todo el país e incluso el extranjero.

El suceso ocurrió el pasado 27 de abril cuando el padre, que tenía permiso para ver a las niñas, nunca las devolvió a la madre en la hora pactada. De hecho, Gimeno llamó a la madre para decirle que no volvería a ver a sus hijas nunca más. Tras esta llamada, saltaron las alarmas.

Después de la denuncia de Beatriz, la madre de las pequeñas, se encontró la embarcación del padre completamente vacía a la deriva frente al Puertito de Güímar. Posteriormente encontraron el carrito de bebé de la pequeña Anna flotando en el mar. Actualmente se ha demostrado a través de las cámaras de seguridad que, la misma noche de la desaparición, el padre fue grabado en el Puerto Deportivo Marina Tenerife portando ropas y maletas desde su coche hacia la embarcación. Posteriormente se ha conocido que, instantes antes de que se supiera de él por ultima vez, había sido propuesto para sanción por la Guardia Civil por incumplir el toque de queda a las 23.15 horas de la noche.

A parte del carrito de bebé encontrado en el mar, se han encontrado restos de sangre hallados en la embarcación del padre que pertenecen a este, porque, en el registro a su domicilio según fuentes policiales, no se visto nada relevante. Sin embargo, tras investigar las cuentas bancarias de Gimeno, se sabe que antes de desaparecer hizo una transferencia a nombre de Tomás Antonio con un valor de 55.000 euros.

Tras analizar las balizas y el tráfico marítimo de la madrugada del 28 de abril, se ha descartado que alguna embarcación hubiese estado atracada junto a la lancha de Gimeno después de que esta se adentrase en mar abierto. Según publica EL MUNDO, no hubo ninguna embarcación que se detuviese junto a la posición que tenía el barco de Gimeno cuando se quedó a la deriva a 37 kilómetros de la costa.

Por el momento, todas las hipótesis acerca del paradero de las menores y de su padre continúan abiertas.

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