Policía Nacional en otra intervención en la Plaza Mayor ARCHIVO

Condenado por lanzar adrede un vaso a la cara de un menor que le preguntó por una discoteca

El juez le impone 3 años de cárcel y 56.000€ de indemnización | La víctima estaba en Salamanca de viaje de estudios y casi pierde un ojo

Martes, 10 de mayo 2022, 22:40

El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca ha condenado a tres años de prisión y el pago de 56.287,80 euros de indemnización a M.N.M., el varón juzgado el pasado mes de abril por estampar un vaso de cristal en la cara de un menor que se encontraba de viaje de estudios en Salamanca y simplemente le había preguntado dónde estaba una conocida discoteca de la ciudad.

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El juez le condena conforme a la tesis de la fiscal y de la acusación particular, que mantenían que la agresión había sido de forma deliberada e intencionada, al contrario de la de la defensa, que sostenía que las lesiones no habían sido dolosas sino imprudentes, por lo que solicitaba que en este caso se estimase la concurrencia de las atenuantes de alcoholemia y confesión. Ambas han sido desestimadas por el juez, que concluye: “El acusado en el momento de la acción pudo entender el peligro inherente a la utilización de tal objeto -en referencia al vaso- de ese modo”, informan fuentes del caso a LA GACETA.

En su sentencia, el juez declara probado que los hechos tuvieron lugar el 5 de diciembre de 2019, alrededor de las 03.15 horas, cuando el perjudicado, que tenía entonces 17 años de edad y se encontraba de viaje de estudios en Salamanca, iba buscando una conocida discoteca del centro.

El chico se dirigió entonces a dos varones a los que no conocía, M.N.M. entre ellos, para preguntarles dónde estaba situada esa discoteca. El acusado le amenazó entonces con el vaso y acto seguido se lo arrojó a una distancia aproximada de un metro y medio estrellándolo contra su rostro. A consecuencia de ello, el menor quedó prácticamente sin sentido en el suelo hasta ser socorrido.

Como consecuencia de ello, el perjudicado, vecino de Huesca, sufrió gravísimas lesiones en el ojo izquierdo, que estuvo a punto de perder si no fuera por las dos operaciones quirúrgicas a las que fue sometido: la primera de urgencias, esa misma noche, en el Hospital de Salamanca y la segunda tiempo después por algún cuerpo extraño que le había quedado en el ojo.

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