Viernes, 31 de enero 2020, 20:59
La Guardia Civil ha imputado por un presunto delito de atentado contra funcionario público a un septuagenario de Pereña de la Ribera por amenazar cuchillo en mano al enfermero que acudió a su domicilio a atender a su mujer, al que llegó a agarrar el cuello y a amenazarle con que le iba a cortar las tripas.
Publicidad
Según ha podido saber LA GACETA, los hechos tuvieron lugar el miércoles 29 de enero por la mañana, cuando según expuso a los agentes el afectado, estaba trabajando en el consultorio médico de la citada localidad y un vecino del pueblo, B.M.E. de 78 años de edad, le insistió para que fuera a su casa para atender a su mujer.
El sanitario le explicó entonces que en ese mismo momento no podía ausentarse del centro médico porque otras personas estaban esperando a que las atendiera, de manera que le dijo que en cuanto acabara iría a su domicilio.
A su llegada a la vivienda, el septuagenario le recibió a gritos con expresiones del tipo: “No sabes quienes somos nosotros, te voy a denunciar, primero se atiende a mi mujer”.
El profesional fue a la habitación de la mujer, que víctima del grave deterioro físico y mental que sufre se encuentra en la cama y sin poderse mover. Una vez en el dormitorio, B.M.E. le amenazó con darle “una hostia” y cuando le dijo que ante su agresiva actitud y dado que así no podía trabajar se iba a ir de la casa, este le agarró del cuello y le dijo que iba a ir a la cocina “a por un cuchillo para sacarle las tripas”.
Acto seguido, el septuagenario se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo y regresó al dormitorio con él en la mano y volvió a decir al sanitario que no se marcharía de allí sin antes atender a su mujer.
Publicidad
De manera que, mientras el varón mantenía el cuchillo, el enfermero prestó la asistencia a su mujer en la cama y, aun con el cuchillo en la mano del vecino, el profesional salió de la casa y en cuanto tuvo ocasión alertó de lo que acababa de ocurrir a la Guardia Civil.
Poco tiempo después, agentes del instituto armado se presentaron en el domicilio de B.M.E. que reconoció los hechos, aunque les dijo que en ningún momento había tenido intención de clavárselo porque de hecho, les manifestó, “si hubiera querido, lo habría hecho”.
Publicidad
Ante su situación -vive solo con su mujer -que desde hace dos años está postrada en la cama y no tiene a nadie más que la ayude-, los agentes no le detuvieron, aunque procedieron a su imputación.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.