Viernes, 26 de marzo 2021, 14:02
Auténtico desmadre el vivido en la madrugada de este viernes por tres jóvenes salmantinos, vecinos de Pizarrales, que tras ser pillados en una fiesta ilegal a última hora de la noche y negarse a abrir la puerta a la Policía, emprendieron de madrugada una huida propia de cine americano en la que impactaron contra tres casas y embistieron hasta seis veces a los dos vehículos de la Policía Local que, con sirenas y luminosos, les persiguieron hasta que se estamparon contra la última vivienda y el conductor se bajó de su coche, huyendo entonces campo a través, hasta que al fin pudo ser detenido, viéndose obligados los agentes a pegar dos tiros al aire para evitar que huyera de nuevo. A pesar de la espectacularidad de los hechos, a consecuencia de los que los uniformes de los agentes que le persiguieron a pie resultaron rotos, las casas afectadas dañadas y al menos una patrulla policial con importantes daños. Una de las más llamativas persecuciones que se recuerdan en Salamanca, en la que la diligencia y eficacia de los agentes de la Policía Local fue clave para conseguir detener a los fugitivos, sin que nadie resultara por suerte herido.
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Según informan fuentes policiales a LA GACETA, los hechos dieron inicio la noche de este jueves. A las 23.05 horas, la Policía Local recibía un aviso por ruidos. Al parecer, se estaba celebrando una fiesta ilegal en un local de la calle Fernando de la Peña, donde había un grupo de jóvenes que estaban haciendo ruido.
Una patrulla se personó rápidamente en el lugar indicado y los agentes comprobaron a través de las ranuras de la puerta en el interior del local se encontraban al menos cinco personas. Pese a que los policías llamaron en varias ocasiones, se negaron a abrir, así que se quedaron esperando allí, donde comprobaron además que había un vehículo mal aparcado en el vado de la puerta del establecimiento y dieron aviso a la grúa para que se lo llevara de allí.
Ya de madrugada, a las 02.45 horas, los agentes vieron salir a una persona del local que junto a otras dos se subieron a otro vehículo y se fueron del lugar, iniciándose en este momento la persecución por parte de la patrulla de la Policía Local. Tras circular por la calle Alfonso de Castro y la avenida de Portugal, los agentes les dieron el alto y cuando les estaban identificando, el conductor aceleró y emprendió de nuevo la huida en dirección al paseo de la Estación y continuando después por la avenida de Comuneros, la calle Colombia y la carretera de Aldealengua hasta llegar a término de Cabrerizos.
En todo momento, destacan las fuentes, la patrulla policial llevaba activados los acústicos y los luminosos para alertar al resto de usuarios de la vía debido a que circulaban a gran velocidad: 180 km/h en tramos restringidos a 90 e incluso a 50 km/h.
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Los infractores continuaron por Moriscos, Castellanos de Moriscos y Villares de la Reina, donde en la glorieta de acceso al polígono de Los Villares, el vehículo de la Policía Local se cruzó para intentar darles el alto de nuevo, pero el coche no solo no se detuvo, sino que intentó embestir al vehículo policial que tuvo que retirarse para evitar el impacto.
La persecución se reanudó en dirección a la A-66 y de nuevo, vuelven a pasar por Moriscos y Cabrerizos, donde otra patrulla de la Policía Local cruza el vehículo en la calle Labradores y el coche de los fugitivos se estrella frontalmente pese a encontrarse los agentes dentro. Por si esto fuera poco, el coche dio marcha atrás y de nuevo embistió frontalmente al vehículo policial.
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Acto seguido, el temerario conductor dio marcha atrás y también marcha atrás circuló por la calle Los Rosales, donde giró y se estrelló contra la fachada de un chalé. La patrulla se acercó y el coche volvió a embestirla frontalmente y reanudan la fuga por el municipio, donde vuelven a embestirles en la calle de la Cuesta, llegando a arrancar el paragolpes delantero del coche patrulla.
Los infractores continúan en dirección Salamanca, circulando por la carretera de Aldealengua, y las calles Ricardo Pérez Fernández y Jesús Arambarri, donde la Policía Local volvió a darles el alto sin suerte y se incorpora a la persecución un vehículo de la Policía Nacional.
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Los jóvenes continúan en dirección Cabrerizos y se estampan contra otra casa de la calle Los Arroyos, momento en el que el conductor abandona el vehículo y huye campo a través a la carrera. La persecución de los agentes continúa a pie, con tal intensidad que en la misma llegaron a rasgarse los pantalones y el jersey del uniforme, según consta en el atestado policial, logrando finalmente detener al individuo a la altura del número 2 de la calle La Cuesta de Cabrerizos. Para ello tuvieron que pegar dos tiros al aire, lo que no impidió que el alocado conductor dejara de correr, con tropezones y caídas, hasta que el a fin pudo ser arrestado.
Junto con los otros dos ocupantes, que ya habían sido detenidos por los agentes cuando el vehículo paró, todos ellos fueron detenidos y trasladados a los calabozos de la Policía Nacional. Mientras que la chica ya había sido puesta en libertad en la mañana de este viernes, los dos varones permanecen en dependencias policiales a la espera de que se ultime el atestado y puedan ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número Cuatro de Salamanca, esta semana en funciones de guardia.
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