Viernes, 15 de octubre 2021, 10:19
El octogenario de Sando investigado en su día por los agentes del Servicio de protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil tras aparecer en su explotación ganadera 22 vacas muertas y 59 en estado de inanición se sentará el próximo miércoles, día 20, en el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca acusado de un delito de maltrato de animales. El Ministerio Fiscal le le acusa de dejar morir a su ganado “de forma cruel, descuidada e injustificada” pese a ser beneficiario de las ayudas de la PAC y le pide una condena de un año y dos meses de prisión y tres años de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales y para su tenencia, así como el pago de las costas procesales.
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El juicio fue señalado inicialmente para el pasado 8 de julio, pero se suspendió y aplazó hasta ahora ante la falta de los dos agentes del Seprona que descubrieron los hechos.
Según recoge el Ministerio Público en su escrito de calificación provisional, el acusado, de iniciales J.R.M. y que en la actualidad tiene 81 años de edad, era titular de una explotación ganadera situada en la localidad de Fuentes de Sando, dentro del término de Sando de Santa María, en el momento en que tuvieron lugar los hechos -diciembre de 2017-.
El día 19 de diciembre de ese año, sobre las nueve de la mañana, aparecieron en esta parcela un total de 22 reses en diferentes estados de descomposición. Asimismo se encontraron 59 vacas vivas, 24 de ellas en muy mal estado y la mayoría con caquexia -extrema desnutrición-, atrofias musculares y debilidad extrema, en algunos casos de difícil recuperación por falta de alimentación y tratamiento veterinario.
El acusado, señala el fiscal en su escrito, habría dejado morir progresivamente a su ganado sin darle el alimento debido, “de forma cruel, descuidada e injustificada”, pese a ser perceptor de ayudas de la Política Agrícola Común de la Unión Europea (PAC).
El artículo 337 del Código Penal castiga al que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual, a un animal doméstico o amansado.
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Las penas van de tres meses y un día a un año de prisión e inhabilitación especial de un año y un día a tres años. En el caso de que se hubiera causado la muerte del animal, la pena a imponer será de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos.
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