Domingo, 17 de abril 2022, 12:17
Cuando hacemos ejercicio a una intensidad superior a la que estamos acostumbrados corremos el riesgo de sufrir agujetas. Ese dolor tan incómodo se debe a pequeñas microrroturas que se producen en las fibras musculares.
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Existe la creencia de que para que se pasen pronto es mejor entrenar fuerte. Sin embargo, aunque existe una base de verdad, no es del todo cierto.
Las agujetas son pequeñas lesiones, por lo que obligar a los músculos a realizar un trabajo intenso puede agravar el daño. En cambio, tampoco es bueno estar totalmente parados.
Y es que mantenerse activos hará que la sangre circule, aumentando así el aporte nutricional a los músculos. De ese modo, la recuperación será lo más rápida y efectiva. Eso sí, la intensidad del ejercicio debe ser menor que cuando no tenemos agujetas, siendo recomendable realizar un entrenamiento suave.
Por otro lado, para prevenir en vez de curar, es importante estirar después de acabar la sesión deportiva. De este modo se aliviará la tensión que se genera en las fibras musculares y activará al circulación en dicha parte del cuerpo.
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