Miércoles, 25 de enero 2023, 14:08
“Sin cita previa no puede entrar”. Con esta frase reciben a los ciudadanos que buscan asesoramiento o realizar trámites de urgencia en las oficinas generales que el Ayuntamiento de Salamanca tiene en la calle Íscar Peyra. De manera muy educada, los miembros de seguridad impiden al acceso a las dependencias en las que los funcionarios desempeñan el trabajo sin más explicación que una octavilla en la que figura el número de teléfono al que dirigirse en busca de la cita previa, todo ello independientemente de que la persona y las condiciones con las que allí se presente.
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Para recibir un simple certificado de empadronamiento, una persona necesita realizar todas estas gestiones en lugar de intentar buscarle el hueco libre que tenga un trabajador para poder atender una demanda que no lleva más de dos o tres minutos. Esta es una de las críticas generalizadas de los ciudadanos que acuden a estos centros, que han visto como una vez superada la etapa de pandemia siguen vigentes muchas de las normas puestas en marcha para evitar aglomeraciones y evitar el contagio del coronavirus.
El “vuelva usted mañana” se ha convertido en lo más afortunado que le puede ocurrir a una de las personas que se dirigen a las oficinas del Ayuntamiento de Salamanca sin cita previa. El teléfono de atención al ciudadano para solicitar cita previa, el 900 550 010, en muchas ocasiones mantiene a la espera durante varios minutos a los ciudadanos, que incluso llegan a desistir de realizar la tramitación aburridos de una atención personalizada.
Encontrar un hueco en la agenda de los funcionarios el mismo día en que se pide la cita previa es prácticamente imposible, y dependiendo del centro en el que estés interesado acudir puede llegar a demorarse hasta tres días. En el caso de la persona que ayer mismo intentó realizar esta tramitación se encontró con que esas 72 horas de espera serían necesarias para poder ser atendida in situ en las oficinas centrales de la calle Íscar Peyra. Si se elegía el centro Victoria Adrados o el de la plaza de Trujillo el plazo se reducía a un día, y si optaba por el Julián Sánchez El Charro era de 48 horas.
Algunos de los usuarios de estas oficinas que realizaban gestiones explicaban ayer a este diario que lejos de estar saturados, en los puestos había trabajadores que estaban sin atender a ciudadanos.
Esta situación se viene repitiendo desde hace meses y se agrava con la posibilidad de que los funcionarios realicen parte de su jornada laboral semanal desde sus domicilios gracias al conocido teletrabajo. Esto, que parece haber llegado para quedarse, ralentiza mucho la atención al ciudadano e impide solucionar el problema que se encuentran a veces aquellos que necesitan de urgencia una documentación o un trámite que se le demanda en otra administración.
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La petición de la vuelta de la atención presencial similar a la que se tenía antes de la pandemia del coronavirus es prácticamente unánime. Los ciudadanos entienden que exista una cita previa que evite largas colas en algunas situaciones, pero quieren que administraciones como el Ayuntamiento pongan en marcha los mecanismos necesarios para responder a las necesidades de aquellas personas que necesitan esos trámites urgentes y que actualmente ni siquiera pueden acceder a un centro sin cita previa en busca de asesoramiento.
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