“Vivimos deprisa sin fijar recuerdos. Luego cuesta recuperarlos”

Ascensión tiene 69 años y confiesa que “cuando se envejece una de las cosas que más preocupan es sufrir problemas de memoria”. Por eso decidió apuntarse a uno de los talleres ‘online’ del Ayuntamiento.

“Nos daban pautas para saber asentar mejor los recuerdos, como fijarte en ese recuerdo, no estar dispersa en otras cosas, y cada cierto tiempo volver a actualizar el recuerdo”, explica esta profesora jubilada que admite que al vivir deprisa, los recuerdos no se fijan. “Antes veías álbumes de fotos y retomabas los recuerdos pero ahora con los móviles no tenemos eso y cuesta más actualizar esos recuerdos para no perderlos. Si veo una foto de cuando mis hijos eran pequeños me da mucha rabia no saber dónde era”, admite.

Ascensión reconoce que por su profesión como maestra de matemáticas, física y química siempre ha ejercitado el razonamiento. “Siempre he sido de razonar, no de memorizar, y por eso me cuesta más. En el colegio me aprendía los nombres de los alumnos y tras las vacaciones ya se me habían olvidado”, explica. Ascensión ha pasado tres años en la Universidad de la Experiencia y hace unos meses realizó el taller de memoria con Antonio Sánchez Cabaco.

“Me gusta leer, doy algunas clases por videoconferencia a hijos de amigas y tengo una vida bastante activa pero es verdad que con la pandemia veo que hay gente mayor que no sale nada de casa o llevan una vida poco activa y sus capacidades se van deteriorando. Recomendaría sin duda hacer este taller a los mayores”, aconseja.

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