Casos de viruela del mono E.P.

Viruela del mono: un virus que ya se esperaba y que se puede controlar

Estanislao Nistal, virólogo formado en la Universidad de Salamanca, explica que “es mucho menos transmisible que la viruela o que la covid”

Domingo, 22 de mayo 2022, 10:53

El aumento de los casos de contagio por la viruela del mono está despertando una importante preocupación en España, aunque los virólogos y especialistas del país coinciden en señalar que “hay que estar atentos, pero no alarmados”.

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El virólogo formado en la Universidad de ... Salamanca Estanislao Nistal apunta que “no es un virus nuevo” y que esta reaparición de la enfermedad es, hasta cierto punto, previsible: “Cuanta menos protección va teniendo la población, más probable es que surjan casos y hablamos de una vacuna que se dejó de utilizar en 1980”.

La vacuna que se aplicaba contra la viruela protege contra otros muchos virus del mismo género, por lo que durante décadas apenas se han conocido casos de una enfermedad que la OMS dio por erradicada en 1979, pero el porcentaje de población que nunca ha recibido este tipo de inmunización es cada vez mayor y cuando el virus salta del animal al humano encuentra un contexto en el que es más fácil que vuelve a emerger.

Nistal puntualiza que “aunque esta variante del mono sí es transmisible entre humanos, es mucho menos transmisible que la viruela y requiere de un contacto muy estrecho con el infectado”. El índice reproductivo de la viruela (el número de casos nuevos que cada infectado puede causar) puede llegar al 6, mientras que la variante de la viruela del mono sería poco más del 1.

Además, el virólogo leonés apunta otro dato relevante y es que “a diferencia de la gripe estacional o el covid, donde puedes estar en contacto con muchas personas siendo asintomático, con la viruela del mono sueles ser infeccioso cuando ya empiezan a aparecer síntomas”, lo cual facilitaría el control de la enfermedad. “Cuando pasa el periodo de incubación, pueden aparecer síntomas de dolor muscular, espalda, fiebre o inflamación de ganglios. Ahí empezaría una persona a ser contagiosa, aunque al cabo de unos días es cuando aparecerán las borjas”.

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Además, el contagio no funcionaría por aerosoles -como en el covid-, sino que se asocia a gotículas bastante más grandes, como un buen estornudo, o a que un infectado deje parte del virus en superficies (sobre todo de las erupciones) y otra persona lo toque y se lleve la mano a la cara, aunque es una hipótesis más complicada porque “en la piel ya se ve que hay un problema” y lo normal es que esa persona tome precauciones.

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