Una Plaza que no colgó el cartel de ‘completo’ se emociona con el regreso del Fin de Año Universitario

Nostalgia, júbilo, nervios, alegría, muchos sentimientos a flor de piel recorrieron en la noche de este jueves las arterias de una Plaza salmantina que no colgó el cartel de ‘completo’ y que ansiaba el regreso del mítico y tradicional Fin de Año Universitario, el reclamo de estudiantes de toda España y parte de Europa. Tras dos años de parón por la pandemia y sin ningún tipo de restricciones sanitarias, el ágora se vistió de lentejuelas y brillos en un cotillón multitudinario que regresó a la ciudad con más fuerza que nunca y que prometía ser la noche más esperada para los jóvenes estudiantes y para los hosteleros. En algunos asistentes despertó esa magia de “las primeras veces”, para otros supuso el regreso de la esperada fiesta que marcaba el anticipado final y principio de un nuevo año junto a compañeros y amigos, cargado de divertidas anécdotas y emotivos reencuentros y despedidas. En la última edición, la del 2019, se sumaron a la celebración 20.000 asistentes, mientras que este año las cifras policiales apuntan que no se superaron los 14.000, según las primeras estimaciones.

Los aledaños de la Plaza Mayor aglutinaron a grupos de jóvenes sedientos de diversión y de buena música, con bolsas de cotillón en mano y todo tipo de aderezos, deseando poder despedirse de sus amigos y compañeros quince días antes de la fecha oficial.

Varios ingredientes necesarios para gozar de la máxima diversión: “Fiesta, música y juventud”. En los accesos de la Plaza se repartieron gominolas a los asistentes para que las disfrutasen al compás de las doce campanadas. Grupos de estudiantes Erasmus de Granada, originarios de Turquía, Polonia y Alemania hacían tiempo en la Plaza Mayor desde las 20:00 horas tras 10 horas de viaje para poder vivir la experiencia de una fiesta que ha recorrido gran parte de la geografía universal de boca en boca. Los extremeños y andaluces también se movilizaron en masa. El vallado de los accesos a la Plaza Mayor comenzó a las 20:00 horas y el dispositivo de Cruz Roja estuvo ubicado en el pasaje de la Caja de Ahorros. La plaza Poeta Iglesias acogió el punto violeta para prevenir agresiones sexuales y ofrecer información y asesoramiento.

El espectáculo comenzó a las 21:00 horas con la presencia de artistas locales como Luismi, Solo Noi, Miguelón y Dani Serra, además de la conocida DJ Pawly, acompañada de los instagramers Pablo Gshow y Jorge Ramón Web. La fiesta posterior se concentró en bares del entorno de Gran Vía y en una macrofiesta en el Multiusos Sánchez Paraíso que duró hasta las 6:00h, para la que se habilitaron autobuses lanzadera que comunicaron ambas localizaciones durante la noche. El cierre de pubs se estableció a las 5:00h y las discotecas a las 6:30h.

Después de las doce campanadas, el desalojo de la Plaza Mayor se realizó de manera ordenada y sin ningún tipo de incidentes. A las 00:35 el ágora estaba casi vacío y media hora más tarde los servicios de limpieza accedieron al monumento. Una vez más demostraron su eficacia y rapidez y en una hora habían logrado dejarlo totalmente limpio. El menor número de jóvenes presentes en el evento en comparación con los años previos a la pandemia dejó también menos suciedad. Los servicios municipales de limpieza han recogieron un total de 11.700 kilos de basura, mientras en la última edición celebrada en 2019 fueron 20 toneladas y, en el año 2015, 44 toneladas.

La fiesta se trasladó a los bares de copas y discotecas de la ciudad, aunque a la 02:00 de la madrugada el ambiente no era mucho mayor que el de un fin de semana normal en la capital salmantina. En esta circunstancia ha influido la celebración de la macrofiesta en el Multiusos Sánchez Paraíso que arrancó a las 23:00 horas y se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

Aunque de momento no hay constancia de incidentes de gravedad, sí se produjeron los ya ‘tradicionales’ robos de teléfonos móviles y carteras que comenzaron a denunciarse desde antes de las campanadas.

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